P’urhépecha o purepécha, es una de las etnias indígenas que todavía perviven en el mosaico de culturas mexicanas contemporáneas. Su lengua pertenece a las llamadas lenguas aisladas, ya que hasta hoy no se sabe con certeza la raíz de su lingüística.
Por esta razón es que sus cantos fulguran de entre muchos otros con especial relevancia. Se llaman Pirekua.
La palabra pirekua en su lengua p’urhépecha quiere decir “canción”. A su vez, se trata de un medio muy expresivo para comunicar la nostalgia, pues gran parte de los cantos purepechas se desarrollan bajo temas como el amor y el desamor, las historias del pueblo –o las memorias vividas y sus sentires–, de la tierra pero también de las vivencias del día a día que a la par se convierten en una afectiva nostalgia cuando uno se acuerda de ellas mediante un sonido.
Los cantos p’urhépecha son verdaderamente hermosos. Las melodías, en su mayoría, se desenvuelven bajo un perfil sosegado, que se disfrutan tanto como, quizás, un atardecer en las lejanías montañosas de Michoacán, su territorio oriundo.
Lo que hace a una pirekua, una composición diferente de otras es su ritmo. El llamado “son abajeño de 6/8” –aunque también puede ser un “son valseado de 3/4″– orquesta cientos de melodías. Las pirekuas también se componen en su idioma, en español o mezclado. Las personas las interpretan en guitarra, violín, contrabajo y arpa. Uno o todos estos instrumentos. Puede ser en solitario, dueto o grupos sinfónicos, aunque también se les ha visto con una fuerte influencia de otros géneros musicales no tan ancestrales, como es el caso de la banda.
A continuación te presentamos una bella melodía p’urhépecha muy tradicional interpretada por Tatá David Cohenete O., originario de Arantepacua; su nombre es “Flor de Canela”:
Aquí puedes escuchar poco más de este bellísimo sonido.
/ Imágenes
Principal: Volcán Paricutín y hombre con mulas; México en fotos – Edición: Jaen Madrid; 2) Dionysio Pulido junto al Volcan Parecutin; Derechos Indigenas Michoacan