Cartilla matlatzinga (basalenque 1975)
Durante mucho tiempo, entre los pueblos indígenas que los expertos reconocían que aún poblaban Michoacán, no aparecían los pirindas. ¿Por qué? ¿Por qué sólo quedaban purépechas, nahuas, otomíes y nahuas? Este es más o menos la historia de una disolvencia:
- Los pirindas fueron un pueblo que durante el Posclásico (del 900 al 1500 D.C.) habitó en la región que abarca de Tiripetío a Indaparapeo (antes conocido como Andaparapeo), extendiéndose aisladamente hasta Huetamo.
- El término pirinda es un etnónimo, es decir, el nombre con el que un pueblo o cultura se reconoce a sí mismo. Para algunos académicos, es sinónimo de matlatzinca o matlatzinga, el nombre con que los mexicas les reconocían por ser quienes fabricaban las redes para la pesca, sin embargo, para otros autores, significa los de en medio por estar este pueblo al centro de mexicas y purhépecha. Aún no se ponen de acuerdo.
- Los pirindas no eran de Michoacán. Vinieron del Valle de Toluca en auxilio del Rey puréhpecha Characu o Tzitzic-Pandácuare (Rey niño) para combatir contra los tecos que invadían las tierras purépecha por el occidente. Lo hicieron tan bien, que a cambio el rey les ofreció tierras para instalarse. Los guerreros pirindas, que habían visto la fertilidad de la tierra, las bondades del clima, y además, querían liberarse de la tiranía que el emperador mexica ejercía sobre ellos, escogieron quedarse.
- Su distribución fue la siguiente: las clases más nobles se instalaron en Charo; los nobles menores en la zona que ahora conocemos como Santiago Undameo, y las clases bajas, en Jesús del Monte y Santa María (la zona donde ahora existe el centro comercial Altozano, en Morelia).
- Algunos historiadores afirman que el Rey niño o Calzontzi, otorgó los siguientes pueblos a los pirindas: San Miguel Cicío, Patámbaro, Xaripeo, Cuiceo, Texcaltitlan, Maravatío y Onchécuaro, Tarímbaro, Tiripitío, Necotlán, Taymeo y Huetamo.
- Al llegar los españoles, los pirindas que habitaban el Valle de Guayangareo fueron reubicados en la zona de Charo (que en tiempos prehispánicos se llamaba Charao) y utilizados como mano de obra en la construcción de la Nueva Valladolid, hoy Morelia.
- Al paso de los siglos, el pueblo pirinda desapareció lentamente sin dejar rastros visibles de su cultura, o casi, porque investigaciones recientes encuentran algunos indicios en lugares como el escudo municipal de Huetamo y en el nombre de sus barrios.
- Una curiosidad alrededor de los pirindas es la que escribió el historiador Juan Tavera en 1968. Según él, el pueblo que ahora conocemos como Huetamo, en el siglo XIV era conocido como pirinda cuando el misionero Juan Bautista de Moya llegó a Cutzio y construyó la primera capilla, el fraile le pidió al cacique que invitara a los jefes de las tribus de alrededor. Cuando volvió del encargo, el religioso le preguntó cuántos vendrían, a lo que el cacique respondió: Hue-tamu, que en matlatzinca significa vienen cuatro. Como muchos de los reduccionismos verbales con que los reduccionismos verbales de los conquistadores europeos en América (Yucatán, por ejemplo), se le quedó Huetamo.
- A eso, quizá, se deba el nombre del arroyo pequeño que los huetamenses conocen como Pirinda y que es el que baja de la Loma de las Rosas por el poniente.
Arroyo Pirinda, en Huetamo
10. El idioma pirinda se perdió. Los últimos datos que daban cuenta de él aparecieron en 1880, cuando Nicolás León (aquel de quien en su honor se bautizó al Museo Regional de Michoacán, en Morelia) afirmaba que:
Todos estos pueblos, florecientes en la época de la Conquista, fueron decayendo poco á poco hasta el grado de ser hoy miserables caseríos. Igual suerte ha corrido el idioma, pues en la actualidad solamente en Charo, San Miguel del Monte y Jesús del Monte lo hablan mal, y en el primero, pocos. En los otros pueblos ya ni su nombre es conocido.
11. Otra curiosidad proviene de un historiador de apellido Soustelle, quien afirmó sin empacho que el último hombre que habló pirinda en Michoacán, murió en 1932, en Charo, a una edad muy avanzada.
12.El 31 de julio de 2015, el Congreso del Estado, hizo una reforma de gran importancia a la Constitución Política de Michoacán, que rescata las migajas de memoria que quedan de los pirindas y que a la letra dice:
ARTÍCULO 3°. El Estado de Michoacán tiene una composición multicultural, pluriétnica y multilingüe sustentada originalmente en sus pueblos y comunidades indígenas. Se reconoce la existencia de los pueblos indígenas, originarios, p’urhépecha, Nahua, Hñahñú u Otomí, Jñatjo o Mazahua, Matlatzinca o Pirinda y a todos aquellos que preservan todas o parte de sus instituciones económicas, sociales, culturales, políticas y territoriales.
Los pueblos, con las chispas luminosas de que emanan de su cultura, también se apagan, pero algo imperceptible de ellos queda en nosotros, para bien y para mal, y siempre será valioso el recordarlo.