Entre las deidades mexicas Xochipilli destaca por regir sobre una serie de campos que conforman, en buena medida, la experiencia estética de la vida en este mundo. Xochipilli, “el príncipe de las flores” es el dios de la artes y flores, de los juegos, el amor, la belleza y las plantas de poder. Su representación exhibida en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, es una de las piezas más poderosas de este recinto; en ella observamos a un personaje que porta una máscara y un pectoral, y su cuerpo está cubierto de con flores con propiedades psicotrópicas, entre ellas la nicotina, la “semilla de la virgen” o ololiuhqui, y la datura.
Precisamente es Xochipilli la figura que inspiró una instalación que estará presente en la próxima edición del festival Burning Man (27 de agosto al 4 de septiembre de 2017). Se trata de una réplica de la representación que conocemos, con una dimensión de cuatro metros de altura, y que participará en un ritual dedicado al Día de los Muertos, dentro de este popular festival. Recordemos que este evento promueve una cultura de autosuficiencia y expresión creativa, la cual “se manifiesta alrededor del mundo a través del arte, el esfuerzo comunitario e innumerables actos de auto-expresión individual”.
Obra del colectivo mexicano Xochipeople, y con fondos obtenidos vía la plataforma de financiamiento colectivo Kickstarter, esta escultura, réplica de la que se encuentra en el museo, pretende fungir como un ‘templo de la creatividad, la libre expresión radical, artes plásticas, representaciones visuales, la música y la danza’. Así que además de llevar un pulso de cultura mexica, y mexicana, hasta el desierto de Nevada, en esta ocasión Xochipilli, su escultura, será una suerte de tótem que acompañará a los asistentes del Burning Man 2017 en busca de respuestas e improntas que trasciendan la existencia mundana para luego nutrirla.