Las haciendas en México fueron consolidándose a mediados del siglo XVII y el final de la etapa colonial. Estas respondían al abasto para la sociedad novohispana, fueron en sí un sistema de producción: la organización económica del país prácticamente se desenvolvió en torno a ellas durante trescientos años.
Las haciendas alcanzaron su ultimo apogeo en el régimen de Porfirio Díaz, pues la globalización, requería más productos tropicales que nunca: café, azúcar y henequén. Su crisis final, naturalmente, tuvo qué ver con la revolución y el reparto agrario; los asaltos, saqueos, los requerimientos de los distintos grupos armados y las interrupciones de las vías de comunicación y transporte; aunque lo que más las mermó, apunta Ricardo Rendón Garcini en el libro Haciendas de México, fue "la abolición del peonaje, la limitación de horas de trabajo, la obligación de instalar escuelas y asistencia médica, el establecimiento de un salario mínimo". Es decir, se trataba de un sistema insostenible ante el surgimiento de nociones básicas en la distribución de riqueza y a garantías mínimas en lo que a justicia laboral se refiere.
Por su tipo de vocación económica las haciendas se dividieron en henequeras, pulqueras y mezcaleras, mineras o de beneficio, azucareras y cereales –aunque generalmente solían ser mixtas.
Más allá de las haciendas como un fenómeno social o económico, lo cierto es que en la actualidad estos lugares son el fabuloso testimonio arquitectónico de una época que hoy, por suerte, podemos disfrutar
A continuación una breve selección de algunas haciendas que destacan por por su belleza arquitectónica y/o importancia histórica:
La Gavia. Almoloya de Juárez, Estado de México
Sus paredes blancas contrastan con un delicado detalle de azulejos de un gusto exquisito. Con tierras mercenadas en el siglo XVI, llegó a ser uno de los más grandes latifundios de la región central del país. Su vocación productiva fue mixta.
Ciénega de Mata. Lagos de Moreno, Jalisco
Fue una de las haciendas de la familia Rincón Gallardo. Es muy popular por su monumental iglesia construida en su interior con una cantera lisa que contrasta hermosamente con el decorado geométrico de su fachada.Esta hacienda de tipo mixto aún guarda sus amploas caballetizas, sus trojes y silos.
Peotillos. San Luis Potosí
Su construcción es de 1863, con decoraciones en sus murales de estilo gótico en un ambiente colonial español. Esta hacienda presume un observatorio astronómico. Su vocación económica fue mixta. Ubicada a 55 kilómetros de San Luis Potosí. Para ingresar al lugar deberás hacerlo con un guía autorizado por la Secretaría de Turismo de San Luis Potosí.
La Llave, San Juan del Río, Querétaro
Con una impresionante estructura que memora al estilo afrancesado del porfiriato, su edficación fue construida sobre los escombros del casco de la época colonial. De productividad mixta.
San Miguel Barrientos. Cuyoaco, Puebla
Sus Iglesias aún dan servicios a la población. Su infraestructura, de un binomio de colores rojo y gris gastados por el tiempo, le confieren una estética elegante y legendaria.
San José Ozumba. San José Chiapa, Puebla.
De una larga estructura que pareciera un castillo medieval. Hacienda de tipo mixto.
El Mortero, Durango
Esta increíble ex hacienda guarda un hermosos patio e interior de jardines laberínticos; con una sobria fachada y ventanas asimétricas le otorgan una estética preciosa.
Yaxcopil. Umán, Yucatán
De vocación henequera. Es una larga construcción horizontal de estilo renacentista con una larga chimenea.
Zuapayuca, Estado de México
Una de las haciendas pulqueras, de estilo gótico aunque también mexicano y de una contraste y fulgurosa fachada roja. Fue construida a finales del sigo XIX.
*Imágenes: 1)Hacienda La Gavia®; 2)sociedadjuvenilactivasoja.wordpress; 4)ferdx; 5 inafed.gob.mx