Enrique Olvera y algunos otros reconocidos apasionados de la comida mexicana, como Martha Ortíz, han llevado su gastronomía a niveles personalizados y creativos. Olvera ha sido reconocido en los últimos años como uno de los mejores chefs del mundo.
Primero abrió Pujol en el año 2000, un restaurante de reinterpretación de la comida mexicana que llamó la atención del mundo desde la ciudad de México. Luego, en el 2014 inauguró Cosme en Nueva York, un gran éxito que ha llevado a esta capital del mundo ingredientes prehispánicos milenarios revaluando la cocina mexicana a niveles interesantes.
Pujol fue calificado recientemente por el ranking anual S. Pellegrino entre los 16 mejores restaurantes del mundo. Por su parte The New York Times otorgó tres estrellas a Cosme. Ahora, abonando reconocimiento al trabajo de Olvera, la prestigiada publicación sobre gastronomía The Daily Meal lo ha nombrado como El Chef Internacional del año 2015. Antes, la misma había reconocido a Pujol como el mejor restaurante de México.
Con este nombramiento Daily Meal publica una entrevista en la que, como siempre casual y cercano, Olvera nos comparte que para él la cocina es un tema de pasión más que de negocio. Uno para compartir su creatividad:
Siempre me gustó hacer a las personas felices, por ello comencé a cocinar. Siempre me gustó tener cerca a amigos y cocinar para ellos. Pienso que la cocina mexicana es acerca de la hospitalidad. Es algo con lo que nacimos, supongo.
Pienso que la cocina se ha vuelto muy personal. Cuando comencé a cocinar en la escuela tenías que aprender muchas recetas y cocinarlas. Ahora un buen cocinero es aquél capaz de personalizar la cocina y puede leer las recetas para convertirlas en algo propio.
Enrique Olvera prefiere que no le llamen Chef, pide que lo nombren Enrique. De alguna manera quizá intenta decirnos que, como en el sentido más matrón de la cocina mexicana, esta es un vehículo para dar mensajes como el “compartirse” desde lo más universal como lo es la alimentación.
*Imagen: 1) moxi.com.mx