La máxima figura del fotoperiodismo a nivel mundial, se paseaba por las calles de México retratando al pueblo; sus mercados ambulantes, sus fiestas y demás tradiciones coloquiales. Su nombre era Henri Cartier-Bresson o “el ojo del siglo”, fotógrafo francés cuya fama radicó en tomar, quizás, los reportajes fotográficos más trascendentales del siglo XX, históricamente hablando. A Cartier-Bresson, por ejemplo, se le deben inmortales retratos de personajes como Gandhi (la última fotografía del pensador indio con vida, por cierto), Pablo Picasso, Ernesto “Che” Guevara, Truman Capote, Marie Curie, Édith Piaf, entre otras más que especialmente encontraban su temática en las guerras.
Su primera visita a México ocurrió en 1934, década en la que artistas foráneos –principalmente franceses– se sentían altamente atraídos por el surrealismo que emanaba naturalmente de las tierras mexicanas. Aficionado de la figura de artistas mexicanos como Frida Kahlo y Diego Rivera (con quienes compartía su postura socialista), Cartier-Bresson retrató a México y algunos personajes mexicanos (como Guadalupe Marín) en imágenes con notable influencia del surrealismo y dadaísmo. En su segunda visita, en 1964, su fotografía periodística se encontraba más establecida y en México retrató escenarios que para entonces eran los más improbables; a nadie le interesaba retratar la miseria de un pueblo que tenía mucho qué dar, uno como México, sonriente, que aguardaba entre pequeñas locaciones como Tehuantepec toda una filosofía gráfica de vida. Por cierto que a este pueblo mexicano viajó en compañía del cinematógrafo Manuel Álvarez Bravo (otro de esos emblemas de la fotografía mexicana que valen la pena recordar) de quien mostró algunos de su trabajos al surrealista André Bretón para que se exhibieran junto a las pinturas de Kahlo en aquella mítica exposición en París de nombre Souvenir du Mexique.
Además de la imagen fotoperiodística, a Cartier-Bresson se le debe la aportación de técnicas como su “instante decisivo”, que básicamente se trata de congelar un elemento en movimiento dentro de una fotografía, así como el momento exacto en el que los hechos emblemáticos de aquellos escenarios sucedían.
*Imágenes: Henri Cartier-Bresson ©Magnum Agency