El bordado es un arte que ha prevalecido entre lo estético, lo terapéutico, utilitario y lo espiritual; el bordado, simplemente, es una de las artes que nos ha acompañado desde el inicio de las sociedades.
Vinculado enormemente a la identidad de los pueblos; los textiles siempre han sido un emblema de la cultura, portadores de signos. Y el bordado no ha desaparecido, por el contrario, muchos artistas y personas comunes están reivindicándolo como una práctica arquetípica, que junto con el tejido, es excelente para tu cerebro, por ejemplo.
Y una mexicana está llamando la atención del mundo con intervenciones de arte urbano en bordado que desde el 2015 ha hecho, primero en las calles de Londres, y ahora en muchos más lugares. Con una preparación entre el diseño, arte y moda, Victoria Villasana, oriunda de Guadalajara, vive desde hace 12 años en Londres.
Había empezado a hacer recortes de fotografías e intervenirlos, pero un día cuando caminaba en Londres, encontró recortes de un artista urbano pegados en las paredes de las calles, que curiosamente, resultó ser mexicano: Pablo Delgado.
Se inspiró en su trabajo y entonces se le ocurrió pegar sus intervenciones de fotografías con hilos. El resultado es una especie de arte pop post-post moderno, que recuerda a un regreso a algo más prístino, más originario.
Sin ser del todo político, su arte sí evoca a líderes que Villasana admira, desde una mujer zapatista hasta David Bowie. En entrevista para Vice Creators, comentó:
Siento que todo lo que estoy reflejando en mi arte es una mezcla. De mi experiencia, de mi raíz mexicana y también de vivir en una sociedad tan multicultural como Londres
Yo tengo más respeto por los huicholes y los indígenas, me quito el sombrero. En cuestión de técnica no siento que sea la mejor. Pero en la forma en que combino los colores… siento que está la influencia de lo que trabajé en moda. Siento que estoy vistiendo las fotos".
Me gusta visualmente esta idea surrealista de que se desparrama algo, que las lagrimas corran por la calle… pero también me encantaba cuando pegaba una pieza en la noche y que al día siguiente pasaba y la veía, el aire movía los hilos y los pegaba, como quedaba cierto pegamento en los hilos… la misma naturaleza los pegaba en diferentes lugares, como que la naturaleza o el medio ambiente terminaba la pieza. Era como una metáfora perfecta de lo que siento que es la vida: la vida es cambio”.
Conoce más de su trabajo en su cuenta de Instagram, aquí.