La identidad mexicana es un auténtico laberinto y la migración lo hace aún más complicado. Al mismo tiempo, esta complejidad da lugar a entrañables fenómenos culturales que sin duda nos hacen sentir orgullosos de formar parte de esta intensa remezcla. Así, nos encanta pensar que, en pleno centro de la Ciudad de México (específicamente en la colonia Tabacalera), se está armando una comunidad binacional, apodada "Little L.A."
Cerca del monumento a la Revolución, un grupo de migrantes deportados de Estados Unidos, está abriendo un espacio donde pueden encontrarse y re-identificarse. El fenómeno surgió casi de manera espontánea, pero las condiciones estaban bien puestas. En esa zona de la CDMX hay muchos "call centers" (centros de atención telefónica) que, frecuentemente, buscan empleados bilingües. Además, la zona ofrece rentas relativamente baratas.
Así fue como varios de ellos se fueron encontrando en la zona y comenzaron a ensamblar comunidad. Su "estatus" nacional y también cultural es muy peculiar. Aunque muchos de ellos nacieron en México, sus papás se los llevaron a vivir a Estados Unidos desde niños y, francamente, de este país no conocen nada. Acá no se sienten precisamente en casa y, aunque reconocen en nuestras tradiciones, costumbres e incluso en la misma gente, algo que comparten o que también les pertenece, sospechan, además, una incómoda distancia.
Todos hablan un inglés impecable, pero el español termina siendo casi spanglish; son jóvenes (no pasan de los 40) y les late un estilo que aquí es etiquetado como "chicano", con tatuajes, ropa de marcas extranjeras y hasta cortes de pelo con un acabado muy "americano". De alguna forma, se hace evidente que no son de acá ni de allá y eso, tristemente, les gana discriminación desde muchos frentes.
Aunque casi todos trabajan en estos centros de atención telefónica, algunos de ellos se lanzaron a poner negocios en la calle Ponciano Arriaga: algunos de comida y uno muy famoso es la peluquería "La Alameda".
A través de estas apuestas, están introduciendo casi sin quererlo un giro cultural a la vida diaria de la Tabacalera, donde los clásicos tacos al pastor se sirven ahora junto a hamburguesas, burritos y otras delicias Tex-Mex. Estos negocios, además sirven como punto de encuentro para la comunidad y también espacios de apoyo. Entre burritos y cortes de pelo, estos repatriados se reúnen a "desahogarse y darse consejos".
Esto es super importante, para los ex-dreamers, la vuelta a México no sólo significa adentrarse a un territorio propio, pero extraño; también implica haber dejado atrás una vida entera: trabajos, escuela, amigos, incluso familia, pareja e hijos. Pero con todo y todo, la están armando, están unidos y haciendo ruido. En ese sentido, han surgido algunas iniciativas para apoyarlos, porque muchos de ellos llegan sin garantía alguna.
Israel Concha, un joven que fue deportado, creó la organización "New comienzos" que se dedica a apoyar y acompañar a estos migrantes binacionales, en sus búsquedas de casa, trabajo y también de comunidad. Por supuesto las oficinas de esta iniciativa están en Little L.A. y puedes apoyarlos donando dinero, tiempo y saberes a su causa. Además, puedes visitar los negocios de la comunidad, echarte un burrito, hacerte un tatuaje y platicar con estos paisanos para recordarles que ni aquí ni en China estarán solos.
1, 2, 3 y 4) New York Times; 5, 6, 7) El Heraldo