Lo que decides comer podría cambiar al mundo. ¿Lo has pensado? Cada una de tus decisiones de consumo puede impactar de forma positiva o negativa en la economía, la cultura y el medio ambiente de tu localidad. Cada vez que pagas por un alimento, estás financiando una forma completa de vida y prácticas específicas ancladas a la misma.
Y, cuando eres sensible a tu entorno y decides consumir productos artesanales, hechos por manos mexicanas, con ingredientes endémicos, cultivados de forma sustentable, realmente estás cambiando el mundo, porque te conviertes inmediatamente en la pieza clave de una cadena de valor que beneficia esa forma de hacer las cosas.
¿Por qué ser un consumidor sensible?
Solo a través de un consumo pensado que toma en cuenta, no solo nuestras necesidades inmediatas, sino la forma en que estas necesidades impactan a los otros y al entorno, podemos enfrentar —de forma realista y cotidiana— la mayoría de nuestros problemas sociales y ambientales contemporáneos.
Es urgente ser un consumidor sensible. Preguntarse por quien produce lo que nos gusta comprar; asegurarse de que gane lo que le toca y que su trabajo sea practicado en condiciones realmente dignas. Y no solo eso: tenemos que empezar a pensar en cómo nuestros hábitos de consumo modifican la vida de los otros.
Te aseguramos que mucho de lo que compras —delicias como café, miel, chocolate, pero también bienes como tu ropa y servicios como las experiencias de turismo— en lugar de beneficiar dañan; por un lado, a los espacios naturales que explotan en busca de materias primas y, por otro, a las comunidades que habitan en estos territorios.
Necesitamos que nuestro consumo sea transparente. Esto quiere decir: que evidencie a las personas y recursos a los que beneficia y también a los que daña. Pero ¿cómo lograrlo?
¿Dónde puedo comprar delicias mexicanas sustentables y a precio justo?
SUUM, es un hermoso "tianguis" en línea que promueve el consumo sensible y transparente. Este proyecto tiene como objetivo principal acercarte a los pequeños productores y a las cooperativas mexicanas que están produciendo de manera sustentable, mejorando no solo las condiciones de su entorno, también de sus comunidades y sus familias.
Su visión del "consumo" es muy cálida: la cercanía no se limita al hecho de hacer una venta que beneficie económicamente al productor ral; también te cuentan historias sobre iniciativas que los inspiran a ellos y hasta te platican cómo se hace cada uno de los productos que venden y qué personajes están involucrados en este proceso.
Por si fuera poco, están abiertos a que tú postules un producto artesanal propio o de alguien conocido para que forme parte de su sección "Tienda"; siempre y cuando cumpla con los valores de comercio que SUUM promueve.
¿Cómo funciona?