Amelio Robles nació hacia finales del siglo XIX, en Guerrero, bajo el nombre de Amelia. A pesar de que el género que le fue asignado y con el que se le reconoció en su niñez y adolescencia era femenino, siempre destacó en actividades culturalmente masculinas. Era sumamente diestra en el manejo de las armas y de los caballos, y en 1912 se unió a la lucha revolucionaria a través de las filas zapatistas. Al principio, su participación de limitaba a tareas de mensajería y contrabando, pero poco a poco fue adquiriendo más protagonismo.
![amelio-robles](https://masdemx.com/wp-content/uploads/2020/02/amelio-robles-1.jpg)
Desde que se dio de alta en el ejército, Amelia solicitó que se refirieran a ella como hombre, se cambió el nombre a Amelio y pidió que su decisión fuera respetada. Además, se vestía y comportaba íntegramente como un hombre. Su fuerte identificación masculina fue transformando su identidad ante el mundo. En palabras de Gabriela Cano: "Transitó exitosamente de una identidad femenina impuesta a una masculinidad deseada."
Amelio Robles logró valerse de los escasos recursos a su alcance para cimentar su figura y estatus. No era fácil, sobre todo al venir de un poblado rural de Guerrero, pero su determinación inquebrantable pudo con los obstáculos. En 1918 se convirtió en soldado del ejército mexicano, y su amistad con los altos mandos fue clave para que su identidad masculina se reconociera de forma oficial. Amelio era un hombre, y todo aquel que se atreviera a cuestionarlo podía vérselas difíciles.
![amelio-robles](https://masdemx.com/wp-content/uploads/2020/02/amelio-robles.jpeg)
El título de coronel le fue otorgado por el Ejército Zapatista, pero no fue sino hasta 1974 cuando la Secretaría de la Defensa Nacional lo reconoció. Gracias a un acta de nacimiento apócrifa, que lo identificaba como Amelio Malaquías Robles Ávila, fue condecorado veterano de la Revolución Mexicana. Amelio pasó a la historia, y su vida marcó un hito en materias de diversidad de género. Su participación en la Revolución como un hombre transgénero, cuya identidad fue reconocida y que incluso obtuvo el título de coronel, indica que las personas transgénero siempre han estado presentes, y que han participado de los acontecimientos históricos de México.
De nuevo, en palabras de la investigadora y docente feminista Gabriela Cano: "La transgresión de Amelio Robles no debe verse como una impugnación o reafirmación propositiva de una ideología de género, a la que se pueda juzgar positiva o negativamente, sino como una manera tan legítima como cualquier otra de articular un modo individual de ser y de sentirse."