México siempre se ha caracterizado por una imaginación atinadamente onírica, cuando de leyendas y mitos se trata. Los mexicanos somos una suerte de espíritu de esa cultura de verdaderos sueños que abraza América, esa que aún mantiene sus templos y dioses de otra era. De allí que no es de extrañarse que nuestra tierra le diera la bienvenida a otro ser mítico, el Chupacabras.
La leyenda cuenta que el Chupacabras –una especie de reptil con escamas de color gris verdoso– aterrorizaba a los ganados cuando la luna salía. Los rumores dicen que tiñó sus colmillos de sangre humana. La primera en verlo fue Madelyn Tolentino, una ama de casa puertoriqueña. Entre sollozos y tartamudeos, describió al animal como de un metro de estatura, grandes y negros ojos. No tenía genitales u orejas. Sólo dos pequeños orificios nasales y púas sobre su espina dorsal. Aunque, más tarde, la apariencia del animal se asimilaría más a la de un perro. Fue así como comenzó el mito de uno de los seres fantásticos más aterradores de América.
Los siguientes años, ya fuera por azar o la magia que transpira nuestra suelo, el Chupacabras apareció en México. Tanto noticieros locales como nacionales se preguntaban dónde encontrarlo y cómo darle caza. Lamentablemente, y hasta la fecha, nadie ha comprobado la existencia de este ser o, al menos, no ha querido. Aunque persiste el misterio en torno a apariciones recientes.
En breve te mostramos algunos de los lugares en los que se tiene la certeza de habérsele encontrado en México:
Chiapas, 1990
Considerado como uno de los primeros sitios en los que se presenció al monstruo, se cuenta que los aldeanos de un pequeño pueblo un día encontraron varios de sus borregos muertos. La inexistencia de depredadores a los alrededores de la población los hizo sospechar de la bestia.
Ciudad de México, 1996
Acorde al periódico El tiempo, el hallazgo de una paloma degollada en la colonia Obrera causó una numerosa persecución con la participaron vecinos, miembros de la Cruz Roja y el cuerpo de bomberos. Todos creían que el Chupacabras era el responsable.
Sinaloa, 1996
En el poblado Alfonso Genaro Calderón, muy cerca de la sierra, la señora Teodora Ayala Reyes afirma que el Chupacabras intentó atacarla fuera de su casa. El cuadrúpedo tenía la trompa y los colmillos muy largos. Después del incidente, la gente se armó de palos y salió en búsqueda del monstruo. El temor e histeria colectiva provocó que nadie se atreviera a dormir en sus camas. Nunca lo encontraron.
Michoacán, 2015
Un cuidador de corrales afirmó haber presenciado un ataque del Chupacabras. Acorde a su testimonio, un día halló 35 borregos con el cuello destajado. Algunos mostraban mordeduras de colmillos y rasguños por debajo de vientre.
Santa Marta, San Luis Potosí, 2016
Se rumorea que, varios pobladores de la comunidad mostraron su consternación al descubrir que en el rancho "La libertad" todos los animales estaban muertos. Presuntamente, el ruido con el que se perpetró la masacre fue tan sutil, que apenas y los perros de guardia despertaron.
*Imagen principal: Tatiana Kartomten