Nuestro territorio es un complejo entramado de ecosistemas vibrantes que —para bien y para mal— está situado en una sección particularmente activa de la superficie terrestre. Mientras que eso se manifiesta en las esporádicas sacudidas sísmicas, también significa que somos los privilegiados guardianes de una serie de formaciones geológicas impresionantes.
Así, estamos parados sobre insólitos paisajes montañosos que por su mística belleza, nos envuelven en sorpresa y misterio. Te presentamos algunos de ellos. Definitivamente son dignos de ser visitados y protegidos.
1: Las grutas de Cacahuamilpa
El impresionante sistema de cuevas se encuentra en Guerrero y en realidad es parte de todo un Parque Natural, ahí donde nace el río Amacuzac. En la zona habitan armadillos, codornices, tejones y hasta la nutria de agua dulce.
Pero el interior, poblado por estalactitas y estalagmitas de caprichosas formas es la visión que atrae a toda clase de viajeros. Los amplios salones de piedra, se presentan como un mundo paralelo que podría haber sido concebido como una ficción.
2: Los prismas basálticos
En la antigua Comarca Minera, cerca de Huasca de Ocampo en Hidalgo, se encuentra una de las formaciones geológicas más interesantes del territorio nacional. Se trata de los prismas basálticos, estructuras naturales de piedra, resultado de la antigua actividad volcánica de la zona.
Se piensa que han existido desde hace un par de millones de años y su precisa figura —columnas con 5 o 6 caras planas— intriga a quienes dudan de la matemática inherente a la naturaleza. La pared de prismas forma la barranca de Alcholoya por donde caen 4 cascadas. En este parque es posible acampar y vivir una experiencia de reconexión con la naturaleza muy particular.
3: Parque Natural "La Huasteca"
En el municipio de Santa Catarina, en Nuevo León, se encuentra este épico parque natural. El horizonte montañoso de esta zona es una escena espectacular que, simplemente no se puede comparar con la de ningún otro sitio.
Lo que evocan estas formaciones entre la Sierra Madre y las Cumbres de Monterrey, se puede comenzar a especular admirando las intrigantes fotografías del sitio. Imagina lo que se siente estar ahí. El espacio llama a los aventureros, no es tan fácil de transitar, escalar o habitar, pero con el guía adecuado y una disposición para abrirse a la experiencia, tu visita a La Huasteca podría cambiarte la vida.
4: Hierve el agua
Las famosas cascadas petrificadas en Oaxaca no dejan de sorprender a los viajeros y estudiosos de la tierra. Una forma de estalactitas es lo que cuelga donde, alguna vez, caía el agua mezclada con altas concentraciones de carbonato de calcio.
En el pueblo de San Isidro Roaguía, cerca de la antigua ciudad de Mitla, se encuentra esta bellísima reserva. Aún es posible bañarse en las aguas termales de la zona y observar por horas esta afortunada rareza natural.
5: La laguna de Alchichica
Esta laguna es bella y extraña en la misma medida. Se formó dentro de un cráter volcánico y sus aguas tienen altas dosis minerales. Es una de las joyas ocultas de Puebla.
De su superficie sobresalen intrincadas estructuras carbonatadas y la laguna es un pozo donde florece la vida microendémica, además de especies acuáticas como el charal de Alchichica y una salamandra también de la región.
Lo particular de este espacio ha inspirado leyendas increíbles entre los locales. Algunos piensan que el flujo de agua está directamente conectado con el océano. Otros afirman que el sitio fue un centro ceremonial prehispánico. Hay quien cuenta que una sirena de cabello plateado se esconde bajo el agua.