Tepito, tal vez el barrio popular más famoso de México, es, como lo describe el fotógrafo Francisco Mata Rosas, una zona de resistencia.
Conocido por su intensa dinámica comercial que reinventa los límites entre lo ilegal y lo culturalmente permisible, este barrio al norte del Centro Histórico de la Ciudad de México se ha ganado un lugar muy especial en el imaginario colectivo. Tepito es un área de efervescencia, un sitio que cuestiona la vida contemporánea, al tiempo que la impulsa circulando toda clase de tiliches y dispositivos preciados, pero a buen precio.
Además, es un barrio bravo; o así le dicen por lo menos, haciendo referencia a que la gente de la zona es movida, necia y resiliente y también a que en este sitio se han gestado dinámicas muy particulares de violencia. Y muchos son los que han tratado de apaciguarlo, pero Tepito parece estar impulsado por una energía que los gobiernos y otros administradores simplemente no han podido ni rastrear.
El ambulantaje, el albur, el boxeo, el arte urbano, el sonidero, la fayuca, el culto a la Santa Muerte o a San Judas Tadeo y otras expresiones se han vuelto importantes anclas para que este sitio despliegue una trinchera que simplemente se rehúsa a diluirse. Francisco Mata Rosas, dice que Tepito es "resistencia contra la homogeneización de las clases medias."
Tal vez por eso el "barrio bravo" nos intriga y nos seduce tanto. Es un espacio que vibra constantemente y donde uno puede explorar posibilidades de su propia identidad que otros terrenos han suprimido. Alfonso Hernández, cronista de Tepito dijo que "al obstinado barrio de Tepito nos siguen llegando estudiantes de todas las carreras para corroborar si es cierto que México sigue siendo el Tepito del mundo, y Tepito, la síntesis de lo mexicano".
Todo esto es lo que buscó retratar Mata Rosas en las 150 imágenes tomadas durante el último medio año en el barrio. Su análisis visual quiere que los espectadores conecten con este otro lado de Tepito, que poco o nunca se hace notar en los medios; y, cuando sí se hace, no abandona el innecesario tono condescendiente.
Entre todas sus complejas dinámicas (que incluyen violencia, drogas, migración, arte, comercio ilegal, lucha social y demás), dice Mata Rosas que Tepito vive en su propia cotidianidad y familiaridad. El barrio está vivo y crece en los recovecos. Existe porque resiste.
De entre las imágenes que serán exhibidas en la Galería José María Velasco 26 son retratos de cuerpo completo de personajes de la zona en su entorno del día a día, impresos en lonas. "Aspiro, la verdad, a que se los roben" dijo el fotógrafo. Y tiene sentido: Tepito sabe sacarle el jugo a cada detalle y sus flujos libres hacen que la existencia de todos los objetos se reinvente constantemente.
¿Cuándo y dónde?
Disfruta de la muestra "Tepito existe porque resiste" del 14 de septiembre al 3 de noviembre en la Galería José María Velasco del INBAL en Peralvillo 55, Peralvillo, Morelos, 06200 Ciudad de México.