Investigadores del INAH recientemente descubrieron que el observatorio maya de Acanceh está alineado a Venus, lo que confirma que este planeta fue de gran importancia para los mayas.
Beatriz Quintal Suaste, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán mencionó, según información de Notimex, que en el año 2002 iniciaron las excavaciones en una estructura semicircular de esa localidad, posteriormente se corroboró que se trataba de un observatorio astronómico subterráneo. De acuerdo con Quintal, se trata de un edificio multifuncional y que era utilizado exclusivamente por la élite maya, específicamente para los sacerdotes-astrónomos.
Venus es el tercer planeta más brillante de la bóveda celeste; los mayas calcularon un ciclo de 584 días, con la finalidad de poder apreciar su máxima salida por el norte y que está representado en uno de los tres códices que también fueron encontrados en el sitio.
Desde aquí se observa claramente cómo el Sol ingresa justamente sobre nuestras cabezas, impidiendo la generación de sombras en edificios verticales, así como en personas.
El investigador Orlando Casares Contreras resaltó la importancia de esta estructura precolombina, al funcionar como observatorio astronómico, tanto solar y venusino. Esto corrobora que Venus tuvo una función importante para los mayas, quienes le adjudicaron una deidad de nombre Noh Ek. El cálculo astronómico de Venus está contemplado en el Códice de Dresde.
Durante el equinoccio, de primavera y de otoño, el Sol ingresa justamente por las dos puertas del edificio, exactamente sobre la Pirámide de los Mascarones de Acanceh, el edificio más alto de la zona arqueológica.
El observatorio astronómico de Acanceh data del Clásico Temprano (300-600 D.C), por lo que es uno de los más antiguos, el cual tuvo un funcionamiento hasta la llegada de los españoles.
*Imagen: hotelmeridasantiago.com