En 2007 se descubrió en Michoacan los restos que corresponden a una antigua gran ciudad, Angamuco. Sin embargo, no fue hasta una década después que, con nueva tecnología, se acaba de determinar que esta urbe purépecha tenía casi tantos edificios como Manhattan.
Para muchos alrededor del mundo es difícil concebir que hace cerca de mil años ya existían en México ciudades tan complejas como el caso de Angamuco. Para dimensionar su tamaño basta considerar los siguientes datos: una población calculada en 100,000 habitantes, más de cuarenta mil edificaciones y una superficie de 26 kilómetros cuadrados. Esta ciudad purépecha fue analizada con un método llamado Lidar (por su nombre en inglés Light Detection and Ranging), que consiste en mapear con un scanner láser, y un GPS, un espacio determinado.
“Es asombroso considerar que esta enorme ciudad estaba en el corazón de México sin que nadie supiera de su existencia” dijo al diario británico Guardian, el arqueólogo que encabezó esta investigación, Chris Fisher, de la Universidad Estatal de Colorado. Y el tamaño de la urbe es tal que podría cambiar aspectos importantes de lo que conocemos sobre las culturas del centro de México, en este caso la purépecha.
Recordemos que los purépechas fueron fieros contrincantes de los mexicas, y que mantuvieron una relativa independencia aún después de la conquista española –logrando conservar hasta hace poco más de un siglo los nombres originales de sus antiguas entidades o repúblicas. Se sabe que Tzintzuntzan era su capital, aunque estos recientes datos arrojan que Angamuco, ubicada a solo media hora de Morelia, actual capital de Michoacán, era considerablemente más grande.
En todo caso, ya la espera de confirmar las repercusiones y datos que este descubrimiento arrojará, Angamuco es un recordatorio más de la grandeza cultural, y sofisticación, de los grupos que originalmente habitaron México. Y recordemos que todos los mexicanos somos herederos de esta riqueza, lo cual implica un orgullo y un compromiso con su preservación.