Cuestionar las cosas que sabemos sobre la historia, la sociedad y la política, es un acto crítico fundamental. Y con el Atlas de los Pueblos Indígenas de México puedes empezar a explorar culturas y saberes que han sido históricamente excluidos.
A veces, llega un momento en la vida en el que te percatas de que gran parte de las cosas que sabes están inscritas en un discurso dominante. Uno que deja cosas de lado o las acomoda de formas particulares. Puedes decidir aceptar sus vacíos o tratar de reconstruir y re-aprender aquello que diste por hecho.
En las escuelas se reproducen, una y otra vez, las historias sobre la conquista, la independencia y la revolución. Muestran símbolos nacionales y personajes para diseñar identidades patrióticas. Lo mexicano, entonces, es un término que busca englobar una diversidad inabarcable de culturas, saberes, pensamientos y experiencias. Las historias de los pueblos originarios, sus culturas, se borran de la vida pública, de espacios públicos. Sus narrativas no tienen cabida.
¿Cómo funciona el Atlas?
En ese sentido, la iniciativa de Atlas de los Pueblos Indígenas de México es un gran esfuerzo por tratar de difundir saberes que deberían formar parte del conocimiento general de cualquier ciudadano.
Este proyecto es el resultado de un trabajo colaborativo entre el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas. Dentro del Atlas donde encontrarás:
materiales de audio, video, fotografías, mapas y la descripción etnográfica que te permitirán acercarte al conocimiento general de los pueblos indígenas del país.
El espacio descriptivo está centrado en las 68 agrupaciones lingüísticas que hay en México, y sus 364 variantes. En el Atlas podrás navegar de forma didáctica y sencilla entre información que invita a evaluar y cuestionar la narrativa actual. Dedicarle tiempo a esta iniciativa puede parecer un acto simple o superficial, pero, en realidad, es un gesto que sirve para empezar a visibilizar aquello que ha permanecido, en muchas casos, oculto. Se trata de conocer mejor el territorio e interrogar a los discursos dominantes que atraviesan a los cuerpos de personas mexicanas.
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