Las aves han sido parte imprescindible en la cultura de las tierras mexicanas. Por solo mencionar algunos ejemplos, un colibrí (que representaba a Huizilopochtli), fue el ave que encaminó a los mexicas en su trayecto a su Tierra Prometida, Tenochtitlán. Por su parte, para los mayas, esta ave era la que llevaba los mensajes de los dioses a los hombres.
En el caso del hermosísimo quetzal, el gran valor que se le otorgaba se manifiesta en que su caza implicaba la pena de muerte para los mexicas, y como muestra de su aprecio por esta ave, sus plumas conforman casi cabalmente el Penacho de Moctezuma. También tenemos el tucán, imponente con sus magníficos colores al sur de México, y de estas tres aves emblemáticas, y que se encuentran altamente amenazadas por la acción del hombre, el diseñador mexicano Moisés Hernández recientemente lanzó una hermosa serie en madera en la que combina la tecnología conocida como CNC, y la cuál consiste en la conversión que hace una computadora, por medio de un software, de un diseño a números, para asó guiar el proceso de elaboración de la pieza.
Su serie materializó en madera hermosos diseños minimalistas, justo, de las aves que mencionábamos anteriormente. Luego las pintó a mano, dando un efecto del intrincado colorido de las plumas de las aves. Su serie no es solo una manifestación de las nuevas tendencias tecnológicas del diseño, es también un llamado a la diversidad, a volver a ver desde los ojos de la belleza la riqueza natural que nos necesita.
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