El hipnótico trayecto de las mariposas monarca es de los más hermosos de la naturaleza. Hacen una migración desde Canadá hasta México en 9 meses de travesía para luego morir luego de aparearse.
Se trata del insecto que mayor distancia recorre en una migración. En las últimas décadas, desafortunadamente, su presencia ha decrecido exponencialmente. Mientras hace solo 20 años ocupaban hasta 24 hectáreas en los santuarios del país, hoy lo hacen solo en una…
Ello ha preocupado altamente a los investigadores y su descenso ha sido vinculado a los fertilizantes químicos usados para las siembras en el sur de Estados Unidos; estos matan el algodoncillo, justo el alimento de las mariposas monarca.
En México, un hombre desde hace años ha contribuido a combatir este problema, para que la mariposa monarca sobreviva aún cuando su trayecto migratorio no se haga como la naturaleza lo ha diseñado. Su nombre es Gerardo Moreno, un cirujano dentista que también es horticultor apasionado y quien desde 2014 ha regalado más de 31 mil asclepias (el nombre oficial del algodoncillo) a cientos de personas que desean hacer de su jardín un hogar para las monarca.
Contrario a lo que se piensa, la mariposa monarca no llega en su totalidad a Canadá de regreso, algunas se quedan en México y a estas suelen llamárseles residentes o locales. Ellas luego buscan donde poner sus huevecillos y el proyecto de Moreno es que cientos de hogares mexicanos les provean de esa posibilidad.
En Twitter y en Facebook su nombre es Ballena Feliz, y es contactado por miles para crecer el número de mariposas cultivando estas plantas, principalmente personas de Monterrey, Reynosa y Saltillo.
Cabe apuntar que existen algunos críticos de este tipo de iniciativas como la versión documentada en Sin Embargo de Rocío Treviño, bióloga y coordinadora del Correo Real, un programa de la asociación civil Protección de la Fauna Mexicana (Profauna) para la conservación de la mariposa Monarca.
Falta mucho que estudiar todavía, pero es algo que nosotros hemos peleado con Nuevo León, de que tengan más precaución con eso, pero la gente está enloquecida con la siembra de asclepias en Nuevo León.
Aún así, no está comprobado que sea contraproducente la siembra de algodoncillo, y esta es apoyada por organizaciones como Greenpeace, pues las mariposas que depositan sus huevos son de hecho las que se han quedado en México como residentes o locales.
puedes ver el perfil de Gerardo Moreno si te interesara contactarlo.
Imágenes: 1 y 2)Creative Commons