La cultura wixárika (huichola) da un particular valor a la “capacidad de ver”. De algún modo el nierika (tsik+ri) es "el don de ver", y representa una especie de portal a la vez que una suerte de escudo protector para que el peregrino se concentre en el ahora.
Por otro lado, el consumo ritual de hikuri (peyote) está asociado a la "capacidad de ver", de entender el mundo desde las revelaciones divinas que facilita este regalo de la tierra. El arte y la cultura wixárika están marcados por esta facultad, que apunta a una manera de entender distinto el mundo más allá de lo evidente.
Otro de los elementos wixárikas que muestran esta fascinación y necesidad de trascendencia a través de la visión-entendimiento es el llamado Ojo de Dios (si’kuli). Este amuleto, artesanal y ritual, representa el universo; en él se encuentran los cinco rumbos del cosmos: sur, yuawime, color azul; norte: ta+lawime, morado; oeste, taxawime, amarillo; este: tsayule– "multicolor" o "pinto". Este "mundo" da una especial importancia al oriente, de donde nace tatewari, el "abuelo fuego", quizá el dios más importante en la cosmovisión wixárika.
El Ojo de Dios es una pieza esencial en la espiritualidad wixárika y, por ejemplo, se emplea en la iniciación de los niños mediante el “rito del tambor”. Cada uno representa un año en la vida del niño, y su padre deberá hacer cinco de ellos hasta que su hijo cumpla el mismo número. Luego este amuleto sagrado que protegerá al niño toda su vida es arrojado al mar en un sitio sagrado, según apunta el historiador Juan José Velásquez.
Según la leyenda, mirando a través de un si’kuli, Kauyuma’li, una de las deidades creadoras, pudo ver todas las cosas del cosmos.
Aquí te compartimos un instructivo para hacer un Ojo de Dios, no como una manualidad cualquiera, sino como una manera de honrar la complejidad de una cosmovisión como la wixárika:
Materiales
Dos palos, que generalmente son de madera, para hacer una cruz.
Estambre de colores: los de la tradición wixárika son: azul ,morado, amarillo, multicolor o pinto.
Procedimiento
1. Coloca los dos palos en forma de cruz
2. Une los dos palos con el estambre y haz un nudo.
3. Ahora pasa el estambre por cada uno de los cuatro ángulos que han quedado, siempre pasando por el centro de la cruz.
4. Continúa el paso 3 hasta haber formado un rombo con el estambre. Luego corta el estambre y ata a la punta un estambre de otro color.
4. Repite los pasos 3 y 4 hasta cubrir casi toda la cruz, aunque recuerda dejar una porción, en la punta, descubierta.
*Imágenes: 1) soulfractal.com; 2-6) elquesiembracosecha.wordpress.com
*Fuente: Huicholes, Pueblos indígenas del México Contemporáneo