La belleza del quetzal (Pharomachrus mocinno) asombró profundamente a los antiguos habitantes de lo que hoy conocemos como México. Su plumaje iridiscente y la elegancia de sus movimientos, visten las selvas de México y Centroamérica. Su nombre proviene de quetzalli, que en náhuatl significa “pluma bonita”.
El despliegue estético de este pájaro no termina en su belleza física, la cual por cierto se potencia cuando durante la temporada de apareamiento, los machos crecen plumas en la cola que llegan a medir hasta un metro. El canto del quetzal es también muy sugerente, y no es de extrañar, entonces, que este ave fuese considerado sagrado entre mayas, mexicas y otros pueblos mesoamericanos.
Aquí te compartimos el canto del quetzal, para que lo escuches y te pierdas un rato en ese refrescante espacio sonoro que este pájaro cultiva. Por cierto, se dice que si aplaudes en una de las plazas de la zona arqueológica de Chichen Itzá, se crea un efecto acústico que simula, precisamente, el sonido del quetzal.