En los años 20 del siglo pasado comenzaron a instalarse escuelas de nivel básico de educación por todo el país, acopladas en viejos vagones de tren descarrilados.
Esta usanza se dio para aprovechar este tipo de estructuras que podían servir de infraestructura y que además se hallaban desperdigadas por todo el país. Estas escuelas habían sido nombradas como escuelas Art. 123 (como alusión al artículo que defiende los derechos de los trabajadores). Las escuelas-vagones atendían principalmente a los empleados de empresas agrícolas e industriales y a sus familias que viajaban con ellos por todo el país.
El último ejemplar de este legado es la escuela Art. 123 Lic. Adolfo López Mateos, ubicada en la colonia del Conde, en el poblado de San Bartolo, en el Estado de México desde hace 38 años. Esta escuela, además de ser la última en su tipo, ha llamado la atención por los buenos resultados que su director ha conseguido con sus alumnos desde hace 23 años, su nombre es Mayolo Contreras Parra.
En 2013 esta escuela, pese a las precariedades, consiguió el segundo mayor nivel de calidad educativa en todo el estado en la prueba ENLACE. Contreras se ha convertido en la médula de la escuela, él sabe que si se va, entonces cerrarán este ultimo vestigio que ha demostrado que la educación de calidad deviene principalmente de profesores comprometidos, con vocación, y preparados, incluso en una zona que bien podría llamarse un cementerio de vagones.