El agave es una fantástica planta multiusos. De ella proviene el destilado de mezcal, y se han construido inusuales inventos como la primera biblioteca orgánica en México a partir de su producto. La agavaceae posee al menos unos diez mil años de existencia –pareciera que la vida en este país se originó a partir de plantas como esta–, siendo uno de los más vistosos símbolos de la mexicanidad hoy y siempre.
Teniendo este recurso natural tan polifacético en todo el territorio, era de esperarse que científicos mexicanos idearán nuevos métodos para utilizar las hojas de agave. Hilda María Hernández Hernández, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN así se lo propuso mientras analizaba dos de los métodos más comunes para crear papel de alta calidad. Le ocurrió aplicarlo utilizando como ingrediente principal los residuos de agave, el resultado: un papel reciclado extrafino cuya blancura es incomparable.
Mediante uno de los métodos –Acetosolv–, el papel extraído del agave tornaba una tonalidad todavía más blanca que la de un papel bond ordinario, mientras que en el otro proceso –Milox–, la hoja posee una blancura similar a los filtros de café. Además la textura obtenida es bastante adecuada, explicó la investigadora.
De esta manera, no sólo obtenemos un buen papel 100% mexicano y realizado a partir de desechos que no se utilizarán, también, se protege al medio ambiente de agentes químicos que derraman los procesos de creación de papel que ya conocemos.
Imágenes: 1) mixingamerica.wordpres