Los cenotes, esta especie de cuevas subterráneas colmadas de agua, y de una temperatura muy especial, salen de lo convencional entre los ecosistemas. Ello porque cada uno, así como los humanos, es especialmente único.
El arqueólogo mexicano subacuático Sergio Grosjean explica cómo es que en Yucatán, solamente, existen más de 6 mil cenotes pero solo han sido explorados y ubicados unos 3 mil. Este especialista ha formado un grupo que está estudiando por primera vez a fondo los cenotes yucatecos, cada uno completamente distinto.
Si en la naturaleza cada ecosistema comparte las dinámicas de su clase, en el caso de los cenotes se tratan de uno aparte y extraordinario. Cada cenote se da a una temperatura única, e incluso en los que están cercanos, cada uno alberga especies endémicas que no existen en ningún otro lugar del mundo ni en otro de sus parientes. Esto es algo no muy común en la naturaleza.
Cada cueva, cada cenote es una historia única y lo impresionante es que puedes explorar dos cenotes o dos cuevas que estén uno muy cerca del otro, pero encontrarás en cada sitio una fauna diferente, lo que hace que cada lugar sea invaluable, advierte Grosjean.
Por ese motivo han dedicado muchos años a la defensa y rescate de los cenotes, un trabajo que debo de decir no es sencillo, pues recibe pocos apoyos y el reto es extremadamente complejo, apuntó.
A cada cenote debe observársele como una "isla de vida acuática", cada uno difiere de otro, "no tienen comunicación por decirlo de alguna forma y por ello cada uno ha evolucionado de manera única. En un sitio hay más luz, el otro es una cueva y por consiguiente las especies que surgieron de ese lugar se tienen que adaptar a las circunstancias", refirió el arqueólogo subacuático.
Esto ha provocado que en Yucatán haya más de seis especies endémicas de peces, algunas de las cuales están amenazadas por las actividades humanas, como el usar esos sitios como basureros.
Antes era muy común ver los llamados peces ciegos y hoy ya no es tan fácil encontrarlos, muchos ecosistemas han desaparecido por completo al ser usados como sitios de disposición final de granjas avícolas y porcícolas, y esa práctica se está volviendo cada vez más común", lamentó.
El equipo que está sumando fuerzas para salvar a los cenotes está formado por arqueólogos y espeleólogos independientes. Los cenotes en sí son muy importantes para la ciencia pues son espacios de evolución, que separadamente del entorno, tuvieron su propio desarrollo, como autónomo.
De hecho, uno de los hallazgos biológicos más importantes en México, como el descubrimiento de que en América existieron caballos antes de que fuesen traídos de Europa, son los restos de un equino de hace 80 mil años encontrados en las profundidades de un cenote.
Imágenes: aquaworld.com.mx