Xiuhtezcatl Martínez está cambiando las reglas del activismo en contra del cambio climático. El joven de ascendencia náhuatl ha crecido en Colorado y, entre las preciosas montañas y bosques, ha generado una conexión muy profunda con la naturaleza. Como su padre —que además de enseñarle español y náhuatl, le ha compartido las creencias de sus antepasados indígenas— piensa que cada elemento natural del planeta tiene un espíritu propio y que él, como sus ancestros, es responsable de protegerlos.
El director juvenil de Earth Guardians, empezó con su carrera activista a los 6 años, cuando se presentó frente a la Asamblea General de la ONU para hablar de cambio climático y de la conexión sagrada con el medio ambiente. Hoy en día, con 17 años, ha hablado en múltiples foros internacionales, está promocionando su primer libro y un disco de hip-hop, con letras muy especiales, que traducen un discurso político a una expresión cultural accesible, ingeniosa y muy entusiasta.
Su hazaña más importante es la demanda que ha presentado, junto a un grupo grande de jóvenes de su generación, en contra de Donald Trump y el gobierno estadounidense, por incumplimiento de los acuerdos que el país había realizado para generar acciones que reviertan el cambio climático.
A pesar de su extensiva fama, y de que su movimiento está ligada a sus creencias espirituales, Xiuhtezcatl está entendiendo el cambio climático como un problema muy complejo que no se va a resolver con sólo algunos cambios en nuestro estilo de vida. Se trata de generar un cambio mucho más profundo: un giro absoluto en la forma en la que conceptualizamos a la naturaleza.
Mientras que el aprovechamiento de recursos es inevitable, nuestro sistema está construido bajo la premisa de que los seres humanos y la naturaleza somos dos cosas distintas. De acuerdo a su herencia cultural, la naturaleza y el humano no están separados. En sus palabras: "Yo pertenezco mucho más a la tierra de lo que ella a mí". La relación con el entorno debería ser de reciprocidad y los humanos somos parte de este entorno. Hasta que no tengamos la capacidad de reconceptualizar la forma en la que estamos significando a los recursos, no dejaremos de "explotarlos".
Otra idea interesante, ligada a los discursos de Xiuhtezcatl, es que todos somos indígenas de alguna manera; es decir: todos somos originarios de alguna tierra. En este sentido, a cada quien le toca proteger ese espacio vital, al que pertenece. En ese sentido, también vale hablar de la conservación del conocimiento indígena en cada entorno.
El joven piensa que, frente al contexto de desastre ambiental que hemos heredado de la modernidad, antes de agotar las opciones, podemos recuperar el conocimiento de aquellos que han vivido más de cerca a la naturaleza. Pero tenemos que hacerlo desde las acciones políticas concretas. Los jóvenes se tienen que involucrar con el lado legal del asunto.
Así —para sorpresa de muchos— el músico y ambientalista es prueba de que es posible combinar las tradiciones ancestrales, en su caso la de los mexicas, con un estilo de vida contemporáneo. Él lo manifiesta a través de expresiones de una cultura innovadora, fresca e incluso el remix. Un mexica en Colorado, cantando hip-hop en inglés, pidiendo por la tierra en náhuatl, protagonizando anuncios de zapatos y al frente del movimiento de su tiempo a favor del medio ambiente, nos está demostrando que se puede vivir una vida mucho más consciente, sin dejar de corresponderse con la propia temporalidad.
Para Xiuhtezcatl la juventud sí es el futuro y hay que luchar por el mundo que esa juventud necesita para sobrevivir. Pero, ante todo, la juventud es el presente y, como él lo visualiza y pinta para el mundo: la juventud está más presente que nunca.
A continuación te compartimos algunos de sus discursos y su último sencillo: