Frida Kahlo era un personaje en sí misma. Su personalidad atraía a muchos más allá de su propuesta plástica… Era fuerte, inteligente, graciosa en sus movimientos, con carácter, pero también de una dulzura notable.
Ya lo decía Chavela Vargas:
Frida esparcía ternura como flores, sí, como flores. Una gran ternura, una ternura infinita.
Su gusto por objetos prehispánicos, el colorido de su casa y vestimenta, sus peinados, aretes, frases, mascotas, toda ella era un magnetismo. Naturalmente los fotógrafos de la época, iniciando por los surrealistas, se sentían atraídos por ella. Kahlo fue uno de los personajes más fotografiados del mundo en la primera mitad el siglo pasado.
Hoy presentamos fotografías recabadas por Old Pics, poco conocidas, y tomadas muchas por algunos de los fotógrafos más grandes de la historia.