El Día de muertos podría ser considerada la tradición más fascinante y deliciosa del país. Fascinante, porque nuestra extraña conexión con la muerte, encuentra su máxima expresión en esta fiesta; deliciosa porque una de las grandes protagonistas es la comida. Y de entre todos los dulces, licores y platillos fabulosos que se comparten con los difuntos, el más icónico, sin duda, es el pan de muerto.
Una auténtica rareza, esta pieza culinaria, que damos por sentado y no nos sorprende suficiente, aunque se ha oído a más de un extranjero asustarse por vernos, mexicanos, disputándonos los deliciosos huesitos del pan que hacemos solo una vez al año. A propósito de los huesitos, o canillas, se dice que tienen un significado profundo y de inspiración prehispánica, pues representan los cuatro caminos del universo.
Aunque tipos de pan de muerto hay cientos, y se adornan a lo largo del país de maneras distintas, pero tal vez el más icónico o reconocido es el que se prepara en la zona centro el país. Pero si ese no te gusta (aunque esa opción es prácticamente imposible) puedes probar los de ajonjolí de Puebla, los de azúcar roja de la mixteca, el de yema de oaxaca…
Es una lástima, por otro lado, que los compatriotas veganos se queden sin disfrutar las delicias de la ofrenda. Aunque claro que esto se puede remediar: para que no te mueras de antojo nosotros te compartimos la receta de pan de muerto que estabas buscando, con una variación muy peculiar, que demuestra nuestro infinito ingenio.
Ingredientes para 4 porciones:
- 7 gramos de levadura seca instantánea
- 1/2 taza de leche de almendra tibia
- 170 gramos de puré de papa sin piel, ni sal, ni condimentos
- 500 gramos de harina para pan
- 156 gramos de azúcar estándar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de ralladura de naranja
- 1/4 taza de jugo de naranja
- 128 gramos de margarina vegetal, sin sal a temperatura ambiente
- Para decorar: 2 cucharadas de margarina vegetal derretida y ½ taza de azúcar estándar.
¿Cómo se hace?
- En un tazón mezcla la leche, levadura y 2 cucharadas de harina. Deja reposar esta mezcla por 20 minutos en un lugar tibio (cerca de la estufa o el horno).
- A continuación mezcla en otro recipiente harina, sal, azúcar y ralladura de naranja. Si puedes utiliza una batidora con mezclador de gancho (el que se usa para hacer pan).
- Mezcla en otro recipiente el jugo, el puré, la levadura con leche.
- Incorpora esto al recipiente con ingredientes secos, lentamente, mezclando con cuidado o velocidad baja en la batidora, hasta que quede relativamente homogéneo.
- Corta la mantequilla en pequeños cubos y ve agregando lentamente, amasa un poco más rápido (a velocidad media en batidora) hasta que la masa se despegue del tazón y esté elástica.
- A continuación, la masa debe reposar. Aquí debe destacar tu paciencia. Pon la masa en un tazón engrasado con aceite (de preferencia uno que no destaque por el sabor, como el de canola) y deja reposar hasta que duplique su volumen. Tardará aproximadamente 1 hora y media.
- Cuando esto suceda, golpea la masa con el puño y dale la vuelta, de manera que lo que estaba en la superficie del tazón quede arriba. Cubre bien el tazón con plástico y mételo al refrigerador toda la noche.
- Al día siguiente, saca la masa, quita el plástico, cubre con una tela y permite que alcance temperatura ambiente.
- Toma una bolita del tamaño de una pelota de tenis y reserva para hacer los huesitos.
- Divide lo demás en cuatro partes, forma bolas uniformes y coloca en una bandeja para hornear cubierta con papel encerado. Sepáralas bien para que no se peguen.
- Con la masa que reservaste haz las 4 bolitas y los 16 huesitos y decora tus panes con cuidado, utilizando un poco de agua para pegar las piezas.
- Cubre la bandeja con una tela y deja reposar hasta que nuevamente duplique el tamaño.
- Precalienta el horno a 180 grados centígrados.
- Hornea por 25 minutos o hasta que el pan esté dorado. Cubre con aluminio y hornea por 12 minutos más. Si tienes un termómetro, puedes checar que el pan alcance una temperatura interna de 88 grados centígrados.
- Retira del horno y cuando no esté tan caliente, barniza con margarina vegetal y espolvorea mucho azúcar.
- Deja que el pan se enfríe antes de comerlo.
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*Imágenes: 1 y 4) Munchies; 2) Dónde ir, 3) Bon Appétit