El ajolote es, sin duda, uno de los iconos de mexicanidad más queridos. Por desgracia, este anfibio endémico de México está en peligro de extinción. Pero, por fortuna, existe un proyecto que está conjurando un futuro mejor para la especie y tú puedes ser parte de él. Lo mejor: se trata de adoptar a un ajolote.
¿Por qué está en riesgo el ajolote?
Esta criatura, que parece sacada de un cuento fantástico, tiene increíbles características que han cautivado al ser humano. Este anfibio es sujeto de diferentes estudios científicos, pues, entre otras cosas, tiene una capacidad extraordinaria de regeneración: desde órganos hasta cualquier extremidad del cuerpo. Esa resiliencia, por desgracia, no ha sido suficiente para enfrentarse el impacto de la contaminación ni la introducción de especies invasoras.
Hay que decir, sin embargo, que su población se ha reducido desde épocas de la conquista. Y es que Cortés ordenó vaciar el agua alrededor de la capital Mexica, Tenochtitlán. Desde entonces, habitan solo en Xochimilco, protegidos por los sistemas chinamperos.
Otro episodio importante en la historia del ajolote fueron las políticas de los años 80. Pues apoyaron la introducción de carpas y tilapias con la intención de volver productivo cada rincón del país, sin considerar que estas especies depredarían al ajolote.
Por otro lado, la decadente planeación urbana ha impactado el ecosistema del ajolote en dos sentidos. Primero, la calidad del agua. Antes, Xoxhimilco se llenaba con manantiales, hoy con el agua de la planta de tratamiento del Cerro de la Estrella. Y segundo, actualmente queda el 2% de lo que había de lagos y humedales en el valle de México.
Adopta un Ajolote
Por fortuna, existen diferentes proyectos que buscan conservar el ajolote y con eso, mejorar el ecosistema de Xochimilto. Es desde esa inquietud que nace Adoptaxolotl, una iniciativa de la UNAM. Porque como dice Luis Zambrano, biólogo de la UNAM, “una especie no es especie sin su hábitat“.
Al adoptar a un ajolote, cuyo nombre también refiere al “horrible hermano gemelo de Quetzalcóatl”, apoyarás “el trabajo de rehabilitación del hábitat del axolote, la conservación de la vida silvestre local y al fortalecimiento de las prácticas agrícolas chinamperas” que sirven como refugio para el anfibio.
En esta iniciativa están involucrados estudiantes y académicos de la UNAM, así como chinamperos. Gracias a sus esfuerzos han logrado restaurar la salud del agua en algunas partes –casi como era en los años 20– y proteger al ajolote de especies invasoras.
Puedes adoptar a esta mítica criatura acuática aquí.