El arte callejero es un enorme lienzo de expresión, y quizá uno de los más honestos por su naturaleza. Cuando este nació lo hizo como un tipo de rebeldía, una manera en que las clases más marginadas se expresaban en el espacio público.
Por ello siempre el arte callejero ha estado asociado a la cultura popular. En México ha estado vinculado desde su surgimiento a las creencias religiosas con la Virgen de Guadalupe como su innegable musa.
En todo México y en ciudades con gran presencia mexicana como Los Ángeles, la creatividad para representar a la Virgen de Guadalupe en las calles es muy diversa (aunque también en sitios como Barcelona). En internet, por ejemplo, abundan las fotografías de arte callejero de la Virgen de Guadalupe, muchas de ellas anónimas. Quizá lo anterior, ya que como parte de la cultura popular, los derechos de autoría parecieran salir sobrando, el valor plástico de estos trabajos parecen llevar más un valor metafísico.