Hace unos meses, en el municipio de Quechula, en Chiapas, emergió un impresionante templo del siglo XVI del río Grijalva. Este había quedado abandonado por las grandes plagas de 1773 a 1776. Luego se construyó la presa hidroeléctrica Nezahualcóyotl, lo que ocasionó que la iglesia comenzara a hundirse. El inusual, y estético espectáculo, hizo eco internacionalmente, sobre todo en redes sociales.
Algo similar ocurrió con el templo dominico que en estos días resurgió de las aguas de la presa Benito Juárez en el municipio de Jalapa del Marqués en Oaxaca. En los últimos años se ha registrado una sequía prolongada en la región del Istmo de Tehuantepec, y como consecuencia el agua de la presa ha disminuido a la mitad de su nivel original.
Esta iglesia dominica, que por cierto no es la primera vez que se revela, fue construida a mediados del siglo XVI, poco después de la llegada de los españoles, por lo que presumiblemente fue una de las primeras iglesias construidas en Oaxaca.
La melancolía que irradia una estructura emergiendo del agua, aún más al tratarse de un templo, provoca una cierta fascinación y prueba de ello es que este improbable espectáculo ha tomado por asalto, una vez más, la curiosidad en internet.
*Imagen: aztecanoticias.com.mx