En la década de los 90, específicamente en 1993, comenzó a contabilizarse el número de mariposas monarca que arribaban a México desde Canadá. Cada llegada de la migración de la mariposa monarca a los bosques mexicanos toma 5 generaciones y un traslado de 5 mil kilómetros. Es considerado el insecto migratorio más fuerte del mundo.
Hace solo 2 décadas llegó a contabilizarse la llegada de hasta mil millones de mariposas monarca que ocuparon hasta 14 hectáreas de un santuario en México, sin embargo el 2014 fue el peor año de todos: solo ocupó una hectárea y fueron contadas 34 millones de mariposas.
En los últimos años se ha demostrado cómo los fertilizantes usados en los cultivos de Estados Unidos y Canadá están matando el algodoncillo, imprescindible para la supervivencia de la monarca por ser su alimento y también el nido predilecto para depositar sus larvas.
También la tala de los santuarios mexicanos es otro motivo para su abrupta disminución. Luego de que 2014 fue el año más bajo jamás registrado, este 2015 se ha dado un sorpresivo incremento de 20 millones más de ejemplares.
“Estamos contentos de ver números más altos este año que el pasado invierno. Pero aún estamos viendo una disminución de más del 90 por ciento en comparación con los 1.000 millones de mariposas monarcas que emigraron a México a mediados de la década de 1990".
Aún así, la noticia fue inesperada y esperanzadora.