Las rejas de Chapultepec son el lugar escogido para exhibir Desde Nosotras, un proyecto fotográfico que muestra a las mujeres de México y Latinoamérica a través de los ojos de otras mujeres. Esta exposición hace un recuento de cuatro décadas de fotografía, de tres generaciones de mujeres que han dejado una marca indeleble en el arte y en el fotoperiodismo del país. Cuarenta años de lucha, de compromiso, de tumbar prejuicios e impedimentos que se cristalizan en una magnífica explosión creativa y discursiva.
Desde Nosotras es una declaración de presencia, un grito de fuerza y de unión. Ilustra un dolor milenario, pero también una resiliencia sin igual. Las miradas de las 59 mujeres detrás del lente nos permiten atisbar una realidad que no es tan evidente cuando el movimiento frenético del día al día la nubla. Las imágenes logradas son símbolos poderosísimos, cargados de significado y de protesta, pero también de amor.
Es imposible no notar la ternura con la que las fotógrafas tratan a sus modelos: a pesar de que se convierten en figuras fijas, como estatuas en un pedestal, el mensaje que ofrecen está más vivo que cualquier cosa. La batalla por la equidad, por el reconocimiento y por la atención no ha cesado. Lo que comenzaron fotógrafas como Christa Cowrie, Martha Zarak y Maritza López en los 60s y 70s, lo continúan las mujeres de hoy.
La flama podrá titilar, pero nunca extinguirse. Desde Nosotras es más relevante que nunca. La carga emocional e histórica de la exposición ayuda a visibilizar el estado urgente de la situación actual del país. El sistema patriarcal y terriblemente machista de antaño no ha desaparecido: ahora es más sutil, y utiliza disfraces para seguir perpetuándose. Es un hecho que el Estado, las instituciones, la cultura y la educación mexicanas siguen recrudeciendo la violencia ejercida contra la mujer.
En al marco del paro del 9 de marzo, Desde Nosotras se convierte en el preámbulo perfecto para que la sociedad comprenda hasta qué punto se necesita hacer algo al respecto de una situación insostenible. Antes de emitir juicios y saltar a conclusiones, es imperativo informarnos. Hablar con las compañeras del movimiento, investigar y acudir a muestras como esta, la cual pondrá las cosas en perspectiva. El objetivo es que nos cuestionemos a nosotros mismos, preguntarnos de qué manera contribuimos a que el círculo vicioso de la violencia siga girando, y qué podemos hacer para detenerlo.
La fotografía de Laura Aguilar es otro excelente ejemplo para acercarse a la figura femenina.
*Imagen destacada de: Sáshenka Gutiérrez Valerio