Luego de las vanguardias artísticas de inicios del siglo XX como el dadaísmo muchas personas creen que en el arte conceptual las posibilidades se agotaron (pues de algún modo lo que lo hacía arte era, precisamente, demostrar a la idea como estética; quizá demostrar lo mismo mil veces carezca de sentido).
En este contexto la vanguardia en este rubro para algunos es inexistente, pero siempre habrá alguno que otro creativo que devuelva un atisbo de frescura a la escena. Y entre estos ejemplos de los últimos años está la mexicana-canadiense Dianna Frid.
Frid nació en la Ciudad de México y emigró a Canadá a los 15. Cuando era pequeña, narra para daily.jstor, solía visitar el Museo de Antropología, observaba las figuras prehispánicas y una parte en específico sobre textiles precolombinos, los cuales añoraba tocar… Siempre estuvo fascinada por la relación entre el textil y sus signos, su significado, y muchísimo con las texturas.
Desde hace algunos años el trabajo de Frid como artista ha ido llamando la atención internacionalmente. Suele usar las paredes o los pisos de los espacios como lienzos. Ahí acomoda generalmente materiales y mezcla textiles y palabras para dar sentidos.
Y quizá lo que más ha atraído a muchos son sus libros-pieza donde acomoda significados, por su puesto, pero lo hace más edificando materiales que llaman al tacto como un mensaje en sí mismo, como cuando le pasaba de niña algo parecido en el museo al acercarse a los complejos y bellísimos textiles prehispánicos…
*Imágenes: diannafrid.com