Desde Puebla a Querétaro, la Huasteca y Yucatán, los huipiles son usados, tanto por comunidades indígenas diversas que adecuan sus diseños a sus propias creencias, hasta por muchos mestizos.
El huipil (del náhuatl huipilli que significa blusa o vestido adornado) es generalmente un vestido blanco (o blusa) que tiene la misma dimensión de arriba a abajo con dos aberturas en los brazos; la forma de donde sale la cabeza es rectangular. Es de los más sencillos y hermosos ajuares, y según el tipo de material con que se haga, puede ser o muy fresco o muy caliente.
En Oaxaca, la comuniad triqui, asentada hasta en 4 municipios del estado, es una de las más emblemáticas etnias de México. Sus huipiles de color rojo son de los más hermosos del país y la vida en la sierra con estos es mucho más sencilla para paliar el frío.
En el siguiente video Yesica Merino Mendoza, una niña triqui de San Andrés Chicahuaxtla, explica cómo los hermosos huipiles de esta etnia significan la metamorfosis de la mariposa. De la cabeza sale el sol; el color rojo simboliza a la oruga y las líneas de colores son la mariposa. Cuando se llega al final surge el blanco, que significa la muerte, pero luego llega de nuevo el rojo, la vida de la mariposa que vuelve a iniciar.
Así, el huipil triqui (aunque cada uno tiene sus particularidades según la tejedora) lleva una preciosa significación sobre el proceso del renacimiento de la vida.