Responde el rey Cuauhtemoctzin:
“Oh sobrino mío, estás preso, estás cargado de
[hierros.
“¿Quién eres tú, que te sientas junto
[al Capitán General?
“¡Ah es doña Isabel, mi sobrinita!
“¡Ah, es verdad, prisioneros son los reyes!
“Por cierto serás esclava, serás persona de otro:
“será forjado el collar, el quetzal será tejido,
[en Coyohuacan.
“¿Quién eres tú, que te sientas junto
al Capitán General?
“¡Ah es doña Isabel, mi sobrinita!
¡Ah, es verdad, prisioneros son los reyes!”
Cantares Mexicanos
Cuando sucedió el drama de la conquista, millones resintieron la dominación, una que, además, se hacía en el doloroso nombre de dios. A la caída de México-Tenochtitlán uno imagina una ciudad desconcertada, doblegada, humillada; como en la mayoría de las tragedias las personas comunes son las más vulnerables, ahí depositamos quizá, con mayor ahínco nuestra atención.
Sin embargo, la clase noble, fue usada por los españoles como un símbolo. Los descendientes de la monarquía mexica (y también de otros grupos) fueron aniquilados, y los que sobrevivieron fueron bautizados y mostrados como estandarte de ejemplo cristiano: de dominación total.
Moctezuma II el huey tlatoani (monarca) al momento de la llegada de los españoles en Tenochtitlán, había concebido diecinueve hijos, siendo Chimalpopoca su favorito. De las mujeres, Tecuixpo Ixtlixóchitl (Flor Blanca o Copo de Algodón) fue su preferida; ella fue la primera de los hijos legítimos de Moctezuma y de la princesa Teizalco, hija mayor del rey de Tlacopan, Totoquihuatzin ll. Tecuixpo Ixtlixóchitl tenía sangre de Nezahualcóyotl.
De los hijos de Moctezuma, luego de la caída de México-Tenochtitlán, solo quedaron vivos cuatro (dos de ellas fueron llevadas a España y se tiene registro de más de 200 familias europeas descendientes de Moctezuma), los otros dos más tarde fueron bautizados como Pedro e Isabel Moctezuma (Tecuixpo Ixtlixóchitl).
En los cantares mexicanos mencionados al inicio de la nota se denota la presencia de Isabel mientras Cuauhtémoc (en ese entonces su esposo), el huey tlatoani que sucedió a Moctezuma, estaba preso.
Los matrimonios de Isabel
Isabel nació en el año de 1509 o 1510. A la llegada de los españoles a Tenochtitlán solo tenía 11-12 años. Su primer matrimonio fue con su tío paterno Cuitláhuac (cuando ya habían llegado los españoles), el 17 de septiembre de 1520, cuando solo tenía 11 años. Sin embargo este muere solo ochenta días después de la boda.
Su segundo matrimonio es con el emperador Cuauhtémoc. Cuando cae México- Tenochtitlán, Isabel es llevada a vivir a la casa de los conquistadores, es bautizada por el padre Olmedo (el nahuatlismo de su nombre Isabel fue Ixapeltzin) y como se menciona en los cantares fue retenida como prisionera al igual que su esposo.
Cuando muere Cuauhtémoc, queda bajo la protección de los franciscanos y el 27 de junio de 1526 es desposada por su primer esposo español Alonso de Grado, no tuvieron descendencia y de Grado muere en 1527.
Se sabe que después de esto Cortés abusó sexualmente de ella en Coyoacán e Isabel quedó embarazada de su primer hijo, una niña, a la que, en acto de rebeldía, nunca aceptó por ser de Cortés. Esta niña, Leonor Cortés Moctezuma (a la que el conquistador sí reconoció) creció lejos de su madre.
Cortés desposa a Isabel con Don Pedro Gallego de Andrade pero este muere entre 1529 y 1530.
Para este tiempo, a sus veinte años, Isabel ha dado luz a una niña que no está con ella, ha enviudado en cuatro ocasiones, pero ha concebido un hijo con de Andrade llamado Juan de Andrade al que cuida cariñosamente.
Se cree que su último matrimonio fue feliz. Su esposo fue Juan Cano de Saavedra, quien en sus escritos la describe con afecto y respeto.
Del destino de su descendencia
Su hija Leonor, a la que nunca reconoció por ser hija de Cortés, se casó se casó con Juan de Tolosa. Del matrimonio hubo dos hijas, la primera de nombre Leonor que se casó con Juan de Oñate y la segunda de nombre Isabel que se casó con Cristóbal de Zaldivar.
De sus hijos tomados por ella como legítimos, el mayor de los Cano se hizo sacerdote y sus dos hijas, Isabel y Catalina, se convirtieron a la muerte de su madre en monjas fundadoras del Convento de la Concepción. Su madre anteriormente había ayudado a la construcción del convento y el templo de los agustinos. Era una mujer bella y de carácter. Toda su vida se mantuvo fiel al rechazo de su descendencia ilegítima con Cortés. Aunque quizá nuestro juicio apunte hacia la inocencia de la niña, el mensaje de Isabel parece dirigido quizá más a un capítulo fundamental de la historia: la conquista fue impuesta, nunca asumida.
Isabel murió en 1551 y en su testamento uno de sus deseos más claros fue el siguiente: “otorga libertad a todos los esclavos indios e indias naturales de esta tierra que a ella le correspondían.”
*Fuente: Sagón Infante, Raquel. El Testamento de Isabel Moctezuma. Insituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM. México.
*Imagen: Isabel Moctezuma/ Códice García Granados