Oaxaca es uno de los lugares que más conserva el México Profundo, quizá por que su paisaje montañesco resguarda su tradición casi naturalmente; su diversidad étnica es aún impresionante, en este estado aún viven 18 de los 65 grupos que hay en México. Y Oaxaca es uno de los lugares donde se conserva la tradición de teñido con pigmentos naturales, en gran parte gracias a la viva tradición en Teotitlán del Valle de la elaboración de sus hermosos tapetes hechos manualmente, generando hilos de lana, y tiñéndolos cuidadosamente con pigmentos naturales cuya elaboración es sumamente meticulosa.
El añil, un hermoso azul intenso primordial en la elaboración de los tapetes de Teotiltlán, es extraído en una zona del Istmo de Tehuantepec, en Santiago Nilptepec, donde crece la Indigofera suffructicosa. Esta planta de unos 50 centímetros tiene una flor morada y el pigmento se extrae tanto de las hojas como del tronco.
En el siguiente video de Fundación Harp Helú se observa el proceso de elaboración de añil. Previamente se corta la hoja con rama fina, se colocan en una pila y sobre ellas piedras. Luego estas se dejan sumergidas en agua durante 15 horas; después se bate con guacales o remos hasta que completa la oxigenación, luego aparece la espuma blanca que después se torna en azul y el líquido es verde oscuro.
La señal de que el colorante está en su punto es cuando desaparece la espuma, esa agua se cuela con tela apretada y lo que resulta es una masa azul que se seca al sol y se vuelve polvo.
Si estás interesado en visitar Teotitlán del Valle y llevarte alguno de estos tapetes milenarios y de diseños admirables, seguro no te arrepentirás.
¿Cómo llegar?
Está a solo 45 minutos de la ciudad de Oaxaca por la Carretera Oaxaca-Tehuantepec.