Las grutas son uno de los paisajes que más remiten a un reino alterno, parecieran formar parte de una dimensión distinta del universo; una paralela. Son elegantísimas, primero por haber permanecido debajo del agua por millones de años, por ser como cavidades en el subsuelo, y más aún por albergar formaciones de sales minerales que son como grandes candelabros de sal (o finísimas agujas en caída).
En México, las Grutas de García, Nuevo León, son una de las formaciones más hermosas del subsuelo. Fueron descubiertas accidentalmente en 1843 y hoy puedes llegar a ellas por teleférico, subiendo 80 metros para recorrer sus cavidades en una longitud de 300 metros.
Sus pasillos son como enmarcados por salones con instalaciones de minerales; uno de ellos, de los más conocidos "El Salón de la luz" está colmado de un brillo natural que entra por un orificio.