La Ciudad de México está a punto de dar un paso significativo en la protección del maíz nativo con la implementación del Sello Verde de Maíz Nativo. Este distintivo tiene como objetivo salvaguardar las variedades tradicionales de maíz, un alimento que no solo es la base de nuestra dieta, sino también un emblema de la identidad y diversidad cultural de México.
¿Qué es el Sello Verde de Maíz Nativo?
El Sello Verde es una certificación impulsada por el gobierno de la Ciudad de México que garantizará que los productos etiquetados con este distintivo estén elaborados exclusivamente con maíz nativo cultivado de manera sustentable y libre de transgénicos. La iniciativa busca no solo proteger las variedades autóctonas, sino también incentivar su producción y consumo (Gobierno de la Ciudad de México, 2024).
Protegiendo un legado milenario
El maíz nativo es el resultado de más de 7,000 años de selección y cultivo por parte de las comunidades originarias. México cuenta con 59 razas de maíz, y muchas de ellas están en riesgo debido a la introducción de variedades industriales y la expansión de monocultivos (Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, CIMMYT). Con el Sello Verde, se busca generar conciencia sobre la importancia de preservar este patrimonio genético y cultural.
Beneficios para productores y consumidores
El Sello Verde no solo es una garantía de calidad, sino también una herramienta para apoyar a pequeños productores rurales. Los agricultores que cultiven maíz nativo bajo prácticas sustentables podrán obtener mejores ingresos al acceder a mercados diferenciados donde se valore su trabajo y el origen del producto (FAO, 2023).
Por otro lado, los consumidores podrán identificar fácilmente productos elaborados con maíz nativo, promoviendo un consumo responsable y consciente. Desde tortillas hasta tamales, el Sello Verde permitirá disfrutar de alimentos que respetan el medio ambiente y fortalecen las economías locales. Por cierto, aquí te compartimos una guía práctica para diferenciar entre una buena tortilla y una tortilla chatarra.
Impulsando la sustentabilidad
La certificación también está alineada con los esfuerzos globales para combatir el cambio climático. El cultivo de maíz nativo suele realizarse en sistemas agroecológicos que fomentan la biodiversidad y reducen la huella de carbono. Además, promueve el uso de semillas criollas, resistentes a condiciones climáticas adversas, lo que las hace clave para enfrentar los desafíos del calentamiento global (IPCC, 2022).
Desafíos y expectativas del Sello Verde
Aunque la iniciativa es prometedora, también enfrenta retos importantes. Entre ellos, asegurar que los pequeños productores puedan acceder a los procesos de certificación sin costos prohibitivos y educar al público sobre el valor de los productos con Sello Verde. Sin embargo, con el apoyo adecuado, esta política podría convertirse en un modelo para otras regiones del país.
El Sello Verde de Maíz Nativo representa mucho más que una etiqueta; es un compromiso con nuestras raíces, con los productores que han mantenido viva esta tradición y con el medio ambiente. Apostar por el maíz nativo es apostar por un futuro donde la riqueza cultural y la sustentabilidad sean la norma.