En solo 40 años la delegación de Iztapalapa fue urbanizándose. Hace solo 4 décadas pasaba por ahí un río, y en ese intervalo de tiempo, la marginación ha sido una de las características primordiales del sitio.
Por ello Iztapalapa es tan conocido por sus bandas (pandillas). La pobreza, como sabemos, suele provocar hostilidad social hacia el sistema y la misma sociedad. A inicios de la década de los noventa, específicamente en el año de 1991, un grupo de pandilleros convencieron al también habitante de Iztapalapa Roberto Durán (uno de los pocos universitarios de la zona y abogado) de que les consiguiera una cita con el entonces funcionario de la ciudad de México Manuel Camacho Solís.
Lo que Durán desconocía es que el grupo de 50 chavos secuestraría (sin violencia) durante unas horas a Manuel Camacho para exigir un terreno en lo que hoy es el Deportivo Chavos Banda. Así consiguieron el terreno, y es una historia conmovedora considerando que estas personas, de un contexto violento, buscaban otro tipo de oportunidades.
Ahora el Deportivo Chavos Banda continúa funcionando y en los años 90 de hecho se convirtió quizá en el centro de organización de eventos culturales y deportivos más exitoso. De este lugar han salido artistas de grafito internacionales como Koka Lep.
Su fundador Durán es muy claro en precisar que este centro es muy importante pues de alguna manera mantiene a los chavos lejos de la calle, y ello es muy relevante, pues además van empoderándose con otras actividades.
Tanto la cultura como el deporte permite que la persona vaya conociéndose mejor; y a nivel colectivo es una manera de crear comunidad, de que los integrantes de las distintas bandas puedan conocerse.
Me gustaría que este lugar formara parte de la agenda cultura más importante. (…) lo que hacemos aquí no solo tiene un efecto en la gente que viene: ayuda a llevar a expandir más allá una mentalidad. Los jóvenes que vienen aquí conocen que las cosas pueden ser distintas y que pueden hacerse propiadamente. (…) Son aquí además libres para conocerse a sí mismos y explotar sus talentos, lo que significa que vuelvan a sus contextos con una mejor actitud.
*Imágenes: Santiago Arau