En México hay pocas playas de roca, que suelen asociarse más bien a un paisaje de los polos de la Tierra. Pero como sabemos, hay en este país una pincelada prácticamente de todos los ecosistemas, y si buscas una playa de piedra, existe. No solo es una preciosa playa de piedra, como con destellos de una estética similar al Gran Cañón, también es un refugio natural de decenas de lobos marinos que llegan para tomar el sol.
Estamos hablando de La Lobera, situada en el municipio de San Quintín, en Baja California Norte. Este lugar es uno muy especial, se llega a él por una brecha de unos 5 kilómetros con una deliciosa vista al mar. Su estética es sorprendente, como acantilados de dunas rocosas que se derriten en el mar.
Las formación de piedras generan desniveles, como paradisiacas terrazas o escalones irregulares por los que el agua baja y en algunos sitios parece que estas han sido aplastadas por huellas de gigantes. El lugar fue formándose así por la erosión de las montañas de roca circundantes al océano; su área desértica tiene una cordillera de al menos 13 volcanes apagados a los que es posible subir y contemplar el océano; y entre este encanto está el mayor…
La misma erosión ha esculpido una especie de cráter, una clase de megaorificio el cuál es posible observar desde arriba; debajo de este hoyo se ha formado una cueva que desemboca en la playa y a este lugar preciso decenas de leones marinos llegan para tomar el sol. Así, los visitantes pueden observarlos en un escenario donde familias enteras se postran. Esto ocurre justo en un sitio que pareciera hecho para enmarcarlas y ser vistas.
Es además une espacio prácticamente virgen, acá no hallarás hoteles, tampoco un restaurante; es un santuario natural, y uno poco usual… El mirador, además, fue construido sobre la misma roca, por lo que la estética del sitio no es irrumpida.
Para dar aún más estética al contraste, el agua de esta playa es de color azul verde, lo que da un toque aún más único. Es un lugar poco explotado y ello lo convierte en uno aún más valioso.
Si vas, recuerda que debes ser muy cuidadoso y no molestar con sonidos estruendosos el descanso de los lobos marinos. Si pasas el secreto a voces de este espacio, como nosotros lo hacemos, que sea para que entre todos lo cuidemos y preservemos como uno virgen.
* Imágenes: 1) Síntesis; 2)