Reparando, o no, en ello, estás más cerca de la lengua náhuatl de lo que quizá percibes (basta con memorar los nombres de pueblos y ciudades que nombras y suelen terminar en tlán). Si hiciésemos una analogía con la globalización actual, situándola en la era precolombina, la influencia de los pueblos nativos nahuas sería la hegemonía cultural. En parte porque los aztecas, quienes expandieron su imperio, la tenían.
Honrando esta arcaica influencia, desde 2011 la primera ópera en lengua náhuatl Ópera Xochicuicatl cuecuechtli ha sido creada gracias a Gabriel Pareyón. Esta hermosa obra es resultado de hasta 10 años de investigación previa; en parte se basó en los reconocidos estudios de Patrick Johansson sobre el sentido erótico del concepto cuecuechcuicatl, la vastedad expresiva que encierra: palabra, poesía, música y danza.
Una parte muy magnética de esta ópera es que además es conseguida con el sonido de instrumentos preshipánicos. Fueron construidos, rescatados de la memoria técnica musical de los aztecas. El concepto de la obra nos lleva a la profundidad del pensamiento nahua sobre las artes y el espíritu: quizá no exista otra cultura que haya englobado en un mismo término, igualado, y engrandecido así, la lúdica y espiritual acción de estas tres artes que invitan al movimiento; la poesía, la música y danza.
*Imágenes: 1)photocity, 2)izq.mx