En un mundo occidentalizado donde la especialización tiende a complejizar la realidad, la dicotomía frío – caliente para la explicación de distintos fenómenos podría resultar muy simplista para muchos. Sin embargo, cuando uno va leyendo sobre este fenómeno en la realidad cotidiana de culturas prehispánicas, aún hoy, mucho de ello adquiere un sentido que pareciera intuitivo.
Se desconoce, por ejemplo, si la clasificación de enfermedades como frío o caliente por parte de muchas culturas indígenas es de origen colonial o prehispánico, lo que es un hecho es que aún hoy se usa. Lo anterior, aunque estudiosos como Foster o López Austin, si bien reconocen la indudable influencia española en el actual sistema de frío-calor, sostienen su origen americano.
Lo frío y lo caliente
Estos dos tipos de natualezas no solo son parte de las enfermedades, también forman parte de la condición de multiples fenómenos. Por ejemplo, lo caliente representa la masculinidad, mientras que lo frío está asociado con lo femenino; los mazatecos consideran al hígado como un órgano caliente y al estómago como uno frío. Entre los tzotziles y tzeltales existe un cambio de estado según la edad, mientras más se crece se es más de estado caliente, y con él la persona adquiere más responsabilidad.
Para los nahuas de Tecospa, Estado de México, los días de la semana tienen distintas naturalezas. Los martes y los viernes son los días calientes, por ejemplo. En lo agrícola, para los tlaxcaltecas, los fertilizantes químicos son fríos, mientras que el estiércol es caliente.
Lo frío y lo caliente en las enfermedades
Aunque diversos autores coinciden en que no para todas las culturas indígenas las mismas enfermedades son calientes o frías, sí existe cierto concenso. Cabe anotarse que clasificar las enfermedades de caliente o frías en realidad tiene mucho sentido en su visión, ya que de ello depende si el remedio debe ser caliente o frío. Generalmente se usa el efecto de contrarios Es decir, si la persona ha adquirido una enfermedad caliente, entonces el remedio será frío.
Ciertos autores han, de hecho, encontrado relaciones que se repiten en la clasificación de plantas (muchas de ellas medicinales) como calientes o frías. Por ejemplo, "Rojas Alba relaciona las plantas calientes con el ph básico, un alto nivel de carbohidratos y la abundancia de vitamina C; mientras que las plantas frías presentan un ph ácido, bajo contenido de carbohidratos y altos niveles de vitamina A, D, K y E “.
Algunas enfermedades calientes
Erupciones en la piel, como el sarampión, la erisipela y los granos, son generalmente concebidos como una acumulación de calor.
Algunas enfermedades frías
Catarros
Gripa
Flatulencias
*Imagen: apuntescortos.blogspot.mx
*Fuente: Biblioteca Digital de la Enciclopedia Tradicional Mexicana de la UNAM