En Huasca de Ocampo, Hidalgo, la existencia de los duendes ha sido un tema ancestral. En sus bosques cubiertos de heno, un cliché, de hecho, respecto a la presencia de seres mitológicos, existen innumerables historias sobre la presencia de los duendes. De hecho hay un bosque llamado específicamente Bosque de los Duendes, donde justo está localizado el Museo de los Duendes.
La fundadora del museo, Cristina Cortés de Herwing, inició con la idea luego de escuchar decenas de historias sobre estos seres como habitante de Huasca. Pero también porque en su rancho encontraba innumerables e inexplicables trenzas, complicadas y hermosas, en las crines y colas de sus caballos.
Cortés comenzó a cortar las trenzas cuando aparecían por la mañana a sus caballos. su esposo Horst Herwing, naturalmente, comenzó a limitarla o estos perderían a ese ritmo sus hermosos cabellos.
Luego Cortés decidió fundar un museo dedicado a los duendes, ella misma está convencida de su existencia y hasta ha escrito un libro llamado Duendes… con las Crines en la Mano. En este documenta su propia experiencia con estos seres, que son de energía, como nosotros, pero que viven en otra dimensión y solo se aparecen de vez en cuando en la nuestra, siempre con una actitud lúdica, jugando con los cabellos de los caballos por ejemplo; haciendo columpios con ellos.
En la siguiente fotogalería la mayoría de la imágenes son de muestras de crines de caballo exhibidos en el Museo de los Duendes. Nosotros que loas vimos de cerca, somos testigos de la meticulosidad de estas, que más que enredos, son verdaderas trenzas artesanales…
Imágenes: Archivo +DeMX