Los Guarijíos son un grupo indígena de México, que actualmente habita en la Sierra Madre Occidental entre los estados de Sonora (municipios de Álamos y Quiriego) y Chihuahua.
En la actualidad son dos los principales grupos de Guarijíos– autodenominados "Guarijo" (Warihó) en Chihuahua y "Guarijío" (Macurawe) en Sonora. Ambas definiciones significan "gente" o "las personas que hablan la guarijía". La lengua de ambos grupos es muy parecida y está clasificada como una variante tara-cahita, emparentada con la lengua Tarahumara y, a la vez con los indios Mayos.
Hace 2 mil años este grupo etnolingüístico formó parte de las bandas procedentes del actual suroeste de Estados Unidos que descendieron al noroeste de México.
Hoy en día, los Guarijíos son ganaderos, pero también cultivan maíz, frijol, calabaza y hortalizas en las laderas de los montes, en la Sierra tienen huertos de durazno y membrillo.
Modo de vida
El 70 por ciento de las viviendas de los Guarijíos de Sonora constan de uno o dos cuartos, con un techo terrado sobre vigas de palma; las paredes son de adobe o de varas de saguaro (cactus endémico) entreveradas y recubiertas de barro, y los pisos casi siempre son de tierra apisonada. En las cumbres de Chihuahua predomina la madera como material de construcción; solo excepcionalmente se utilizan los ladrillos de barro o de cemento.
La dieta tradicional de los Guarijíos consiste en tortillas de maíz, frijoles, café con azúcar y, ocasionalmente, cuando hay fiestas, carne de res o de venado; sus frutos predilectos son el guamúchil (vaina), la pitahaya y el papache.
En cuanto a la indumentaria, se sabe que hasta mediados del siglo XX los hombres Guarijíos todavía usaban la zapeta (taparrabos), prenda característica de los grupos indígenas de la Sierra Madre Occidental confeccionada con manta. En el caso de las mujeres, su ropa consistía en una falda sin blusa, y casi siempre andaban descalzas.
Tanto los las mujeres como los hombres completaban su indumentaria con el sombreo de palma, el cual era una manera práctica de protegerse del sol. El sombrero tradicional de palma, una marcada característica de su indumentaria, hasta la fecha es un símbolo de identidad guarijío.
En la actualidad, los hombres guarijíos visten pantalones de mezclilla, cinturón ancho de cuero con hebilla, camisa vaquera de manga larga- casi siempre a cuadros-, chamarra de mezclilla, huaraches, zapatos o botas de cuero y sombreo vaquero o de palma, o cachucha de beisbolista.
La vestimenta tradicional de las mujeres consta por lo general de enaguas o falda amplia y sencilla, medias altas (en Chihuahua), blusa de manta y pañoleta de colores en la cabeza. En ciertas ocasiones, como en las fiestas, en las velaciones o cuando salen de su localidad para visitar a alguien, cambian su indumentaria por amplios vestidos de una sola pieza, confeccionados con telas estampadas de flores multicolores.
Tanto los hombres como las mujeres usan toda clase de suéteres en invierno.
Los habitantes de la gran mayoría de las poblaciones deben caminar de cuatro a nueve horas para llegar a una clínica médica.
El Consejo Supremo Guarijío, la máxima autoridad política, es el encargado de nombrar a los gobernadores de la tribu, así como a los secretarios generales en las distintas localidades.
Las fiestas y celebraciones de los guarijíos están íntimamente vinculadas con el calendario agrícola anual de la fiesta de Semana Santa, celebrada en los antiguos pueblos de las misiones de la Sierra, y con el calendario doméstico, representado por las fiestas tuguri o tuburada, celebradas en los patios de las casas en las rancherías.
Sus creencias religiosas y la tradición oral están relacionadas con la naturaleza, el agua, la tierra, la Virgen- la madre de todos- y con Dios- el creador del hombre-, simbolizado por la cruz, la cual puede observarse en las casas y en las milpas, o también pendiente de una cadena, sobre el cuerpo, como protección contra accidentes y enfermedades.
La organización de las celebraciones es colectiva, ya que todos los miembros de la comunidad proveen los alimentos y los utensilios necesarios, y participan en la construcción de la ramada bajo la cual se baila.
El centro de estas fiestas siempre es la cruz, a la que se dirige el "rezador" o maynate; éste canta mientras toca las sonajas, acompañando por los integrantes de la ramada, por los músicos y por los danzantes.
Mitología
Su cosmovisión se basa en una serie de mitos y leyendas, al igual que en otras prácticas religiosas realizadas por los individuos en la vida cotidiana.
Unas víboras invisibles llamadas paisori son las protectoras de los arroyos y agujes para recordar a las personas la importancia de cuidar este vital líquido.
El mito de origen relata la creación de guajiríos (hechos a barro), del hermano mayor de Dios (el diablo) y de los yoris (hombres blancos), que son los hijos del diablo. Este mito también explica la subordinación de los guarijíos a los blancos.
El matrimonio tradicionalmente, cuando un joven quería casarse pedía a su futuro suegro la mano de la novia.
Hoy en día, cuando una mujer joven quiere casarse se arregla diario con sus mejores prendas, se pinta la boca y se pone a hacer tortillas en la cocina, la cual, en muchos casos, como ya vimos, se encuentra en el solar de la casa, a la vista de la comunidad. El cortejo entre los jóvenes es a partir de las miradas, y si acaso, se saludan brevemente en las fiestas.
Actualidad
La violencia doméstica es casi inexistente entre los gurijíos; el castigo corporal como forma de disciplina es un pecado que asocian con la conducta de los yoris, ya que consideran que sólo Dios o los santos pueden castigar.
En la infancia, los niños y niñas, además de ir a escuela, ayudan a sus padres en el trabajo de la casa y en el campo, de manera que cuando llegan a la adolescencia la mayoría de ellos tienen los conocimientos necesarios para mantener la economía familiar.
Al llegar a la vejez, además de cuidar a los nietos y ayudar en algunos trabajos en la casa, se encargan de transmitir los mitos y las historias sobre el grupo, al igual que los conocimientos locales sobre las plantas medicinales, las tradiciones y costumbres propias.
Las costumbres funerarias dictan que los difuntos deben llevar todas sus pertenencias dentro del ataúd.
Las principales relaciones interétnicas de los guarijíos se dan con los rarrámuri o tarahumaras, con los mayos y, en menor medida, con los yaquis y los pimas, en tanto convivencia e interacción social.
Entre las artesanías locales que venden fuera del grupo encontramos las servilletas bordadas (realizadas por las mujeres), los sombreros de palma, los cestos o guaris y las ollas de barro, conocidas como sigorí.
*Imágenes: 3 y 4) Alejandro Aguilar Zeleny; 5) Nancy Andersen