Mientras se conmemora el Día Mundial de la Salud, el planeta está prácticamente detenido debido a la pandemia del nuevo coronavirus que provoca la enfermedad conocida como covid-19.
En este ambiente de incertidumbre y pesadez, los mexicanos no podríamos desaprovechar la oportunidad para demostrar que la solidaridad puede cultivarse con actos sencillos pero ingeniosos y que, siempre es mejor cantar que llorar.
Y este grupo de mariachis lo hizo, cuando decidió regalar una mega serenata afuera del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, donde están siendo atendidos pacientes de covid-19 y diversos médicos y médicas comienzan una lucha que cada día es más visible y compleja.
Armados con cubrebocas, instrumentos y las más queridas piezas del repertorio nacional, estos músicos (algunos miembros de la Unión Mexicana de Mariachis y otros empleados del Museo de Tequila y Mezcal) le sacaron una sonrisa a transeúntes, familiares de pacientes y probablemente a más de un enfermero y doctora.
Al mismo tiempo, hicieron notar un problema particular que también deriva de esta situación extraordinaria. En este nuevo contexto, los mariachis no han sido necesitados, lo que está dejando sin trabajo a muchísimos músicos mexicanos que necesitan el apoyo de todos. Esta serenata masiva también ha servido para hacer conciencia sobre la situación y realizar un llamado a sumarse con donativos entregados a través de la plataforma Rallyup, donde a partir del viernes 10 de abril iniciará una recaudación y una rifa de una hora de mariachi en vivo.
La idea es apoyar a las más de 2 mil familias afectadas por el cierre de la plaza Garibaldi y el Museo del Tequila. Y por si quedaba duda de la importancia vital de estos músicos tradicionales en nuestras vidas, hoy recordamos por qué no podemos dejarlos atrás. Está claro que el mariachi es un género bien noble, que puede salvarnos de las más terribles penas y levantar el ánimo hasta en el más oscuro panorama.
¡Canta y no llores!