Desde que comenzó la pandemia del nuevo coronavirus, los murciélagos han adquirido una pésima fama. Y esta es una noticia super triste. Así como sucede con los tlacuaches, los tiburones y otros tantos animales increíbles —y vitales para nuestros ecosistemas— la creencia de que son invariablemente peligrosos para los seres humanos, pone a los murciélagos en riesgo.
Con esta idea errónea en mente, muchos justifican la destrucción de sus hábitats, su expulsión de los sitios frecuentados por humanos y hasta lastimarlos o matarlos, como si fueran una "plaga". Pero, como explicó Rodrigo Medellín, especialista en murciélagos y profesor del Instituto de Ecología de la UNAM, “el temor a los murciélagos es totalmente infundado y está basado en la ignorancia”.
De hecho, los mexicanos le debemos un montón a estas enigmáticas criaturas. ¿Sabías que de ellos depende la existencia del tequila y el mezcal? ¿Y que figuran en los mitos de los antiguos mexicanos?
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Los murciélagos mexicanos son vitales para nuestros ecosistemas
Hay tres funciones clave que los murciélagos cumplen en nuestros ecosistemas: el control de plagas, la polinización de diversos cultivos y la dispersión de semillas. Según el investigador Rodrigo Medellín, en México, los muricélagos polinizan frutas y árboles icónicos como: pitaya, chicozapote, zapote blanco, zapote negro, capulín, ciruelas amarillas y la ceiba.Pero eso no es todo. Algunos murciélagos polinizadores aseguran la reproducción del agave. Si no fuera por ellos no tendríamos tequila, ni mezcal.
En nuestro país hay 137 especies de estos animales, se trata del 15% de la diversidad total de murciélagos en todo el mundo. Son adaptables y dependiendo de la especie viven en cuevas, árboles y hasta en las grietas y oquedades de las casas. Hay murciélagos que comen insectos; otros fruta, néctar y polen; y unos pocos comen sangre de otros animales, como aves.
Los murciélagos en antiguas cosmogonías
Los antiguos mexicanos tenían diversas representaciones de los murciélagos, especialmente como dioses nocturnos, de la muerte y el inframundo; aunque también se les rendía culto por su función en los ciclos de cultivo.
El investigador Luis E. Eguiarte, explica en este artículo para Antropología Mexicana, cuáles fueron los murciélagos más representados:
"Podríamos sugerir que varias de las piezas prehispánicas conocidas representan al género Artibeus, que tiene 4 especies en México. Son los principales dispersores de muchas especies de árboles tropicales, como de amates (Ficus), el ciruelo cimarrón (Spondias), el ramón (Brosimum), etc. […]
Otras representaciones sugieren el complicado rostro del frugívoro Centurio senex o el Vampyrum spectrum, murciélago carnívoro que es el más grande de América, aunque actualmente estas especies son poco comunes, y por lo tanto desconocidas para la mayor parte de la gente.
En el altiplano central tal vez algunas piezas representan más bien a las especies nectarívoras de rostro alargado, como los géneros Anoura, Choeronycteris o Leptonycteris, que son los principales polinizadores de los agaves, las cactáceas columnares y las ceibas, plantas representativas de México."
¡Cuidemos a los murciélagos!
Ahora que ya los conoces mejor y entiendes lo que realmente significan para el medio ambiente y para nuestra cultura e identidad, ayúdanos a cuidar de los murciélagos. Comparte esta información con otras personas. No propagues su "mala fama". No los lastimes. No te los comas y procura convivir con ellos de manera pacífica; no van a lastimarte.
Si eres amante de los viajes, de descubrir nuevos paisajes y explorar nuestro país, tómate el tiempo de siempre buscar opciones sustentables, que no impliquen dañar o invadir los hábitats de esta importante especie (y de preferencia, de ninguna otra).