El jaguar, una de las especies más icónicas —y simbólicas— de México, está al borde de la desaparición. Menos de 4,000 ejemplares aún transitan nuestras selvas. Rescatarlo es vital: de su supervivencia depende el equilibrio del ecosistema que habita y —de paso— la existencia de otros seres vivos.
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Esta causa ha tocado e involucrado a muchos, pero pocos tan enfocados en ella como Sofía Molina, una pequeña activista mexicana al rescate del jaguar y la selva potosina, donde habita esta especie. Con tan solo 7 años, en 2016 Sofía —ayudada por sus papás, miembros de las comunidades de la Huasteca, especialistas y ecologistas— creó Cococu, una organización dedicada a cultivar la conciencia colectiva en torno a esta sensible causa.
Una pequeña activista mexicana al rescate del jaguar
Hoy tiene 10 años y sus logros son para celebrar e inspirar. Destaca que recientemente fue nombrada "persona destacada" por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de la ONU. Pero, lo más importante es lo que ha logrado construir con su labor en Cococu.
Para Sofía, todo comenzó cuando, acompañando a sus papás —que trabajan en temas de desarrollo sostenible en la asociación Raisac— a visitar distintas comunidades en la Huasteca, notó tres cosas muy importantes.
Primero, que todas las decisiones para mejorar las condiciones del medio ambiente y la comunidad se tomaban entre adultos; además estos adultos representaban un grupo limitado, con una mayoría muy especializada que no traducía ni sus argumentos, ni sus estrategias para que los demás pudieran involucrarse y actuar. En consecuencia, nada cambiaba.
¿Por qué no cuidamos al jaguar mexicano?
Así, "hacer conciencia" era un ejercicio plenamente teórico y los miembros de la comunidad simplemente se quedaban al margen. Pero para salvar al jaguar —y a la selva entera— hay que generar cambios entre todos. El asunto se complica, si consideramos que la población de este majestuoso felino es tan reducida y un grupo aún más pequeño se esparce entre 8 municipios de la Huasteca potosina.
Si no lo ves y no lo conoces, es difícil convencerte de protegerlo. Pero la mayor amenaza del jaguar somos los humanos. Como explica Sofía: estamos destruyendo su hábitat; cazando sus alimentos (de forma ilegal), e incluso matándolo por miedo a que se coma al ganado.
¿Quieres ayudar a salvar al jaguar?
Tres acciones clave derivan de la iniciativa de Sofía Molina. Concientizar es la primera: se trata de dar talleres y pláticas para sensibilizar a otros niños mexicanos (y, consecuentemente a sus familias) sobre esta causa. Así se creó la Red de Niñez Embajadora de Cococu, a la que te puedes unir.
Conocer, es lo que sigue. Cococu ha inaugurado 2 "CUBILES", sitios protegidos para los jaguares que pueden ser recorridos por viajeros en una experiencia sustentable e inolvidable.
Tal vez no te toca avistar un jaguar, pero sí ver sus huellas, entender por qué es vital para su entorno y convivir con otros aventureros sensibles en un paisaje espectacular. Estos sitios también han sido designados para mantener activas prácticas de investigación y monitoreo de la especie.
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Cuidar es la última acción. Cococu ha generado un programa permanente de conservación que es apoyado por especialistas voluntarios (a los que puedes unirte) entre fotógrafos, biólogos, ecologistas, geógrafos, fotógrafos, especialistas en turismo, especialistas en educación, etc.
Esta iniciativa vive de donaciones y voluntariado, si quieres apoyarlos con capital u ofrecer tus saberes puedes contactarlos. Entra aquí a su sitio web.
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