Preguntarse sobre la propia identidad siempre es intenso. Pero si eres mexicano, el ejercicio se puede transformar en una espiral inmensa de preguntas y hacer que te pierdas en un laberinto de cosmogonías múltiples. Esto porque las influencias culturales que tejen nuestra identidad son muchísimas. Así, son pocos los que se vierten espiritualmente en este "encontrarse consigo mismo".
Uno de ellos, es Germán Venegas, escultor, artesano y pintor mexicano, destacado por haber sido uno de los exponentes del neomexicanismo de los años 80. Inmerso en su búsqueda por la identidad, su obra ensambla un complejo entramado delineado por la antigua cosmogonía mexica, los planteamientos estéticos de su generación, la pregunta por la muerte, la obra de grandes artistas (como Diego Velázquez) y el budismo.
Sí, desde su peculiar visión todas estas filias se han reunido a lo largo de sus carrera para manifestarse como seres iluminados, monstruos del pasado, autorretratos tenebrosos y desnudos brillantes. Para honrar su muy particular iluminación, el Museo Tamayo inaugurará una inmensa retrospectiva sobre su trabajo.
"Todo lo otro" es una exposición de Germán Venegas compuesta por casi 350 piezas que incluyen dibujos, esculturas y pinturas. El eje que las guía es la dualidad entre lo humano y lo divino, lo terrenal y espiritual, reflejados en los dos sistemas de creencias que se mezclan, disputan y retroalimentan en su obra: el budismo y la antigua cosmogonía mexica.
La combinación resulta insólita, pero resuena con el espíritu de la época que ha habitado Germán Venegas. El poblano y ex alumno de La Esmeralda, encontró en el budismo un punto de anclaje para poder abordar la vida en su obra.
Por otro lado, los símbolos mexicas responden a su participación en el neomexicanismo, una corriente pictórica que, después de ver caer la fachada nacionalista que pintaban los gobiernos antes del terremoto de 1985, comenzó a construir una identidad mexicana que buscaba narrarse con base en lo que imaginaba como sus cimientos más sólidos: las culturas indígenas, el pasado prehispánico y el arte popular.
Así, hay algo que hace eco con quien también está perdiéndose en su mexicanidad en la obra de este artista. La pieza fundamental de la exposición es un enorme buda de madera, policromado y de más de 5 metros de altura. El buda se transforma en un guía: a sus pies florece lo mundano y del lado de su cabeza aparecen todas las piezas de Germán Venegas que remiten a lo espiritual.
Si te permites seguir su camino, además de encontrarte con las más íntimas exploraciones del artista, podrías desenvolver tu propia composición.
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¿Dónde y cuándo?
Salas 3, 4 y 6 del Museo Tamayo en Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec, Bosque de Chapultepec I Secc, 11580 Ciudad de México, CDMX.
Del 11 de diciembre al 31 de marzo de 2019. Horarios: de martes a domingo, entre las 10:00 y 18:00 hrs.
Entrada General: $65.00. Entrada libre a niños menores de 12 años y estudiantes, maestros y adultos mayores con credencial vigente. El domingo la entrada libre es para todo público.