El flujo informativo actual puede ser abrumador. Es mucho más fácil toparse con información que fomenta una visión apocalíptica de la realidad, que leer sobre las cosas que sí están saliendo bien. No es evidente tener una curaduría balanceada y por eso queremos compartir contigo algunos proyectos de conservación mexicanos.
Y es que es más fácil cultivar la esperanza, esa fuerza que transforma los ambientes más inhóspitos, cuando tenemos elementos para contarnos una historia que abre posibilidades en lugar de cerrarlas.
Particularmente en un país como México, donde los problemas son complejos y sumamente intrincados, es buena noticia saber que hay formas de apostar por el bienestar medioambiental, que también es social. Aquí compartimos estos proyectos exitosos y sustentables, con información de Mongabay.
Proyectos de conservación mexicanos
Corredor forestal para jaguares
En las zonas forestales de Guerrero habitan aún diferentes tipos de felinos como jaguares, pumas, jaguarundis, ocelotes y tigrillos. Pero con los años cada vez son menos. Es por eso que un equipo de biólogos diseñó un corredor forestal para que estos animales puedan vivir en calma e, idealmente, recuperar la población que han perdido.
Un aspecto fundamental de este corredor es que es comunitario. Tres de los ejidos de la región se sumaron a la iniciativa científica para conservar, sobre todo, los 113 jaguares que ahí habitan. Aunque tomará tiempo, el proyecto va por buen camino. Pues, por un lado, atiende la vida de los felinos y, por otra, fomenta el acceso a proyectos productivos sustentables para la población local.
Si bien este no es un proyecto terminado, es un esfuerzo que vale la pena tener en la mira. Porque reconocer lo valioso que es este trabajo es el principio para fomentar una cultura de conservación.
Indígenas comcaac recuperan el manglar
La conservación del manglar en la Isla Tiburón es importante en términos ambientales, pero también identitarios para la Nación comcaac. Este pasto marino ha servido como alimento y, en su momento, como refugio de los españoles.
Es por eso que hoy algunos conservacionistas indígenas comcaac dedican parte de su tiempo a recuperar el manglar. Colectan las semillas, las reproducen y las siembran. Al año, tienen una producción de cerca de 4 mil plantas de mangle rojo que plantan para combatir la erosión en la región, producto de la pesca excesiva, el cambio climático y la cacería y turismo ilegal.
Gracias a este proyecto, que se ha llevado a cabo sin ningún apoyo gubernamental, la Nación comcaac ha mejorado las condiciones del entorno y revitalizado aspectos fundamentales de su cultura.
De erosión total a bosques en Oaxaca
Lo que antes era un suelo profundamente destrozado, hoy comienza a ser un bosque nuevamente. Gracias a la labor de pobladores de 22 comunidades de Oaxaca, a 20 años de haber dado inicio al proyecto, se han logrado restaurar al menos 20 mil hectáreas. Los frutos de todos los años desempeñados se hace presente con el regreso de los procesos naturales de reforestación a cargo de coyotes, ardillas, pájaros y otros animales.
En su momento, este paisaje casi desértico fue el territorio del señorío mixteco de Coixtlahuaca. Un lugar lleno de agua, animales, tierra fértil y árboles que sería imposible imaginar sin las labores que han realizado las comunidades ahí. Porque ahora hay condiciones para saber que se puede recuperar y, con eso, garantizar una mejor calidad de vida para los pobladores de la región.
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Que no tengamos en el mapa a iniciativas y proyectos que estén haciendo una diferencia, no puede condenarnos a pensar que todo lo que pasa es para mal. Quizá este ejercicio sirva como recordatorio de que la realidad, la condición de existencia, no puede limitarse a lo que conocemos y percibimos. En el plano de lo desconocido –personal y colectivo– siempre habrá formas de apostar por la vida y alimentar posibilidades de relacionarnos con ella.