María de los Remedios Alicia Rodrigo Varo y Uranga, mejor conocida como Remedios Varo, fue la transformación de la realidad onírica en México. Desde su nacimiento en 1908, en Anglés, España, hasta su muerte en 1963, en la ciudad de México, esta artista surrealista se encargó de sublimar el simbolismo de la sabiduría, elegancia y empoderamiento a través de su propio dolor.
Su recorrido artístico comenzó en los pasillos de la Academia de San Fernando en Madrid; y continuó en las bohemias ciudades de París y Barcelona, en donde se empapó del movimiento surrealista de André Breton, Óscar Domínguez, Esteban Francés y Marcel Jean. Este recorrido le ayudó a considerar al arte como una fiel representación los estados mentales internos del alma, usando formas sugerentes de sus propios estados emocionales de angustia y abrumo.
Tras la guerra civil española y una breve estancia en la Francia previa a la invasión nazi, Remedios Varos abandonó el caos que comenzaba a predominar en Europa y, junto con su segundo esposo, Benjamin Péret, llegó a México. Fue ahí donde, gracias a la política del presidente Lázaro Cárdenas, la artista gozó de un cobijo emocional y laboral. Inclusive podría decirse que fue la primera vez que Remedios Varo logró encontrar una paz anémica en las calles de la ciudad de México.
Desde entonces, sus obras se vieron marcadas por el desvanecimiento de los miedos y angustias que la atormentaban a mitad de la noche. Comenzó a usar un lenguaje con una temática típica y universal, brindando no sólo un sentido de unicidad en una desestructurada mente, también una lucidez extraordinaria de conciencia. Hay inclusive quien dice que el predominante claroscuro en los cuadros de Remedios Varo trata de una especie de luz que cobija y tranquiliza, la cual resignifica la guerra, el mal de amores y la destrucción.
Observar atentamente las obras de Remedios Varo es darle un poco de estructura al caos mental de quien sufre la abrumadora compañía de Thanatos. En ellos se cuenta la historia completa de un afecto auténtico que busca sanar la enfermedad de lo racional, develando el significado reprimido de la existencia como parte del bienestar del ser humano.
Ella fue una maga, hechicera, chamana que encandiló a México. Se encargó de apaciguar los malestares corporales de una sociedad enferma, transmitiendo información a través de la materia. No obstante, cada vez que manifestaba la angustia de estar sin estar, estrangulaba su corazón intentando reprimir el surgimiento de un afecto nebuloso. Ella, elegante y hermosa, perdía la vida ante cada espasmo del movimiento interrumpido que desataba la fuerza de sus pinturas…
Hasta que en 1963 el corazón de Remedios Varo sufrió el último espasmo con un particular acento. Al morir de un infarto de miocardio, ella se liberó de aquello que la asfixiaba y la provocaba saltar las fronteras de la lucidez de un México que amó y la amó de regreso. Dentro de esta paz peculiar que encontró en su país adoptivo, transmutó el símbolo y sentido de la lógica a una adimensionalidad del tiempo y espacio a través de sus obras.
Obras incluidas: 1) Papilla estelar (1958); 2) La creación de las aves (1957); Tauro (1962).