El Tetzcotzinco es una de las tantas maneras como también se le llama a la zona arqueológica conocida popularmente como Los Jardines de Nezahualcóyotl.
Este monumental y bello sitio se encuentra muy cerca de la Ciudad de México; a poco más de 30 kilómetros de distancia con rumbo al noroeste, en la periferia del municipio de Texcoco, en el Estado de México.
Fue el lugar de descanso por excelencia de Nezahualcóyotl, aquí tomaba baños y llevaba a cabo asuntos imperiales. Aplicó en estos vestigios tecnología hidráulica que sorprende hasta nuestros días y mandó construir uno de los jardines más hermosos de su época.
Los datos de como llegar, la ruta y los tiempos del trayecto, así como los principales monumentos qué visitar en la zona arqueológica, los podrán encontrar perfectamente detallados en el video que acompaña a este artículo… Mencionado lo anterior, debo comentar que en el presente texto me enfocaré en mencionar algunas impresiones que me llevé del lugar pero que, por cuestiones del mismo formato del video, no pude incluir en dicho material.
Primeramente quiero mencionar lo “abandonada" que se encuentra esta zona arqueológica… Pero aclaro de antemano para evitar malos entendidos, amigo lector; que no me refiero (o por lo menos no de manera exclusiva) a las autoridades encargadas de proteger el lugar… Menciono lo anterior porque (sin conocer el caso particular del "abandono" del Tetzcotzinco), no es la primera vez que a lo largo de mis recorridos, me encuentro con vestigios arqueológicos "abandonados" debido a disputas legales sobre la propiedad de los terrenos, e incluso, a la reticencia de los propios habitantes ante las autoridades para "restaurar" los monumentos…
Sin embargo, y por otra parte, este mismo hecho; y me refiero al "abandono" y su consecuente "acceso libre" a la zona, ha traído consigo algunos factores "positivos" que mencionaré a continuación: primeramente, la afluencia de visitantes (la mayor parte proveniente de las localidades aledañas) es bastante nutrida… Todos los días de la semana encontramos paseantes en la zona, mismos que se incrementan sustancialmente los sábados y domingos. Estos mismos días, en la parte baja, es decir, en el "acceso principal", se encuentran puestos de comida en donde se obsequian, previa "cooperación voluntaria", modestas guías fotocopiadas para recorrer el sitio. Por otra parte, el acceso con mascotas está prohibido (pese a que en la zona podemos encontrar varios perros de la localidad que pasean libremente por el campo), sin embargo, es muy común encontrarnos también a familias que hacen todos el recorrido acompañados de sus fieles amigos perrunos… Por otra parte y de manera muy personal, quiero comentarles que como practicante del montañismo que soy, un hecho que me gustaría recalcar es que este "espacio abierto" se está volviendo popular entre los deportistas de montaña, a quienes se les ve cada vez mas frecuentemente correr entre los senderos que bordean las estructuras arqueológicas e internarse en campo abierto, hasta la vecina comunidad de San Pablo Ixayoc, en recorridos de entrenamiento, de ida y vuelta, a través de este paisaje sin igual.
Por último, los invito de nueva cuenta a ver el video adjunto… Pero mas importante aún, a visitar personalmente este lugar y a compartir esta experiencia con amigos y familiares para generar un "círculo virtuoso" que promueva el conocimiento de lugares tan bellos como éste y que nos enorgullecen como mexicanos, nuestro patrimonio cultural.
*Imagen: Somos Nómadas
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